La técnica resulta provechosa para muchos emprendedores que se dedican a este negocio, pese a que ésta se incorporó como un experimento.

El emprendedor manifestó que el primer paso que se da es la selección de los huevos. 

Estos son ubicados en los cubículos que tiene la incubadora y luego que la temperatura es programada, en 21 días los huevos comienzan a eclosionar.

Los polluelos son sacados en otros recipientes para ser vendidos.

 

Proceso. “El proceso de eclosión de los huevos es similar al que hace la gallina en un nido, este tiempo dura 21 días, sin embargo a los 18 o 19 días los huevos se ubican en la nacedora, para que los pollos nazcan con la temperatura adecuada y una vez nacidos viene el proceso de comercialización”, precisó.

Dueñas explicó que el huevo criollo se lo adquiere en la zona rural, donde se manejan parámetros de peso y tamaño, ya que todo huevo no está apto para ser incubado. Hay que observar que donde se adquiere la materia prima hayan tanto gallos como gallinas criollas, recomendó Dueñas.

Mario Macías Moreira, quien se dedica a la distribución de incubadoras en Manabí, defendió este método debido a que una gallina durante los 21 días que pasa la mayor parte del tiempo echada, pierde peso y envejece. Eso la debilita y no se alimenta bien. Aduce que además a una gallina en un nido se la puede ubicar con 21 huevos, mientras que en una incubadora se pueden colocar entre 176 y 5 mil huevos. Su capacidad de incubación dependerá también el valor de la máquina.

 

Rédito. Cuenta que este  negocio tiene rentabilidad. Antes vendían el huevo en 15 o 20 centavos, ahora venden el pollo a $1,25, dinero que se ve en los 21 días que demora este proceso.

Javier Zambrano es una de las personas que tiene cinco meses en este emprendimiento. Comenta que él mismo se provee de los huevos que sus gallinas ponen, y cuando tiene reunida cierta cantidad los incuba y luego los comercializa.

“Antes los huevos los vendía a $0,15 en las tiendas, ahora vendo los pollitos recién nacidos a $1 o $1,25.