Sin embargo, esta teoría es falsa. Hace 15 años, él fue protagonista de un accidente de tránsito que le desfiguró el rostro.
Luis contó que el suceso ocurrió en octubre del 2003, cuando viajaba de Portoviejo a Crucita.
Él se había subido al cajón de un camión donde llevaba un colchón recién comprado.
Recordó que el vehículo corría bastante y que de repente se arrancaron los cabos y el colchón salió volando junto con él.
Luis cayó en plena carretera, boca abajo, inconsciente.
“Yo no recuerdo nada. Desperté en el hospital y no sentía la cara”, dijo.
Según sus familiares y amigos, Luis quedó irreconocible, pues el impacto fue de frente.
De acuerdo a sus hermanos, él tenía la clavícula y la frente hechas pedazos, por eso le tuvieron que poner fierros en su cuerpo.
Es así como Luis ha tenido que vivir por mucho tiempo con un rostro “nuevo”.
“Los doctores me hicieron varias cirugías hasta dejarme la cara normal, pero los fierros están dentro, prácticamente mi cráneo es mitad de metal y mitad de huesos”, señaló el hombre.
Según sus familiares, los médicos no sabían cómo el impacto no dañó su cerebro, pues solo el rostro resultó con daños severos.
Luis todavía es soltero y señaló que con el pasar de los años los dolores van incrementando y para enfrentarlos debe medicarse y evitar exponerse al frío.
“Cuando hace frío me duele la cabeza, por mucho tiempo he vivido así”, agregó Luis, quien dijo que su recuperación duró aproximadamente un año y que desde aquel accidente ha entrado en una etapa de depresión.