Fabián Moreira, técnico de Obras Públicas del municipio, recordó que las crecientes históricamente se presentan cada diez y quince años con resultados negativos para las poblaciones que son atravesadas por el afluente.
Moreira dijo que la solución a las inundaciones es elevar la altura de los puentes que están sobre la desembocadura de este río y del Manta. Estos son los puentes de la avenida 24 de Mayo y del que une a Tarqui con Manta, sector del reloj público.
Estos puentes son muy bajos y por eso cuando hay creciente se reduce el área para que corra el agua, generando inundaciones como la que se experimentó el 7 de marzo.
El técnico señaló que estos puentes deben tener 1,20 metros más de altura sobre el nivel de la crecida máxima.
Desazolve. El desazolve de este río y de otros, como el Manta y el Muerto, en los tramos de menor acceso, debe ser prioridad.
Agregó que en el caso del río Burro, tiene apenas una capacidad hídrica del 60 % por la sedimentación y la que dejó la última crecida.
El municipio anualmente trabaja en el desazolve de los tramos más accesibles, pero este río, a diferencia de los otros, tiene canales cerrados donde se requieren equipos mecánicos especiales.
El tema del desazolve de los ríos fue tratado el jueves en la mesa de seguridad del COE. Allí se resolvió trabajar en los próximos días en esa labor.
Rosario Vera, habitante del barrio Jocay, dijo que el municipio, para evitar que las inundaciones produzcan más daños, tiene que trabajar en la recuperación de los cauces sedimentados. Ella indicó que muchas personas lanzan todo tipo de basura a los ríos.