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Santo Domingo
Los retos del alcalde

El alcalde que sea electo hoy deberá asumir los retos de trabajar por una ciudad ordenada y administrar los 180 millones de presupuesto anuales que tiene Santo Domingo.

Domingo 24 Marzo 2019 | 11:00

Quien obtenga el cargo de administrador del cantón deberá solucionar problemas que radican en el crecimiento acelerado de la urbe.
Cinco analistas, incluido un exalcalde, coinciden en que se debe reforzar los trabajos relacionados a la movilidad, ambiente y la obra pública.
Hugo Caizaluisa es arquitecto y presidió la asamblea cantonal, por lo que conoce la realidad de la zona urbana y rural. Señala que la prioridad del burgomaestre debe ser mejorar la calidad de los servicios básicos y enmarcar proyectos que vayan de la mano con el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) elaborado en la actual alcaldía y vigente hasta el 2030.
Una de las preocupaciones del experto es la necesidad de la actualización del catastro multifinalitario, esto con dos objetivos: percibir más recursos y planificar la ciudad.
La meta de este proceso es además establecer objetivos ambientales. “A sabiendas que existe un PDOT que establece el modelo de ciudad compacta y desconcentrada, algunos postulantes no lo están tomando en cuenta. Allí ya hay proyectos establecidos hasta el 2030 para generar una desconcentración”, señala.
Los ambientalistas tienen otra preocupación: el déficit de áreas verdes.
El PDOT revela que en Santo Domingo cada habitante cuenta con 0.6 metros cuadrados de espacios verdes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que mínimo deben ser 12 metros.
El pedido del denominado Frente Ambiental de Santo Domingo, una organización conformada hace un año que lucha por causas “verdes”, es que el municipio desista de la contratación del Parque de Aguas y se respete el bosque existente en la zona como una forma de contrarrestar el avance del cemento en estas ocho hectáreas.
“En este terreno el PDOT establece un parque. Queremos un parque con senderos para caminar, espacios para el ciclismo, áreas verdes para la familia y el arte”, expone Verónica Narváez, miembro de la organización. 
Ellos han recaudado más de 8.000 firmas de respaldo a esta causa.
En redes sociales los ciudadanos han criticado que en las obras viales del cabildo se siembren palmeras en lugar de árboles.
 
Gasto. Caizaluisa nombra otra de las “piedras en el zapato” de quien llegue a la alcaldía: un municipio “obeso”.
Para él, quien se siente en el sillón alcaldicio debe, de manera fundamental, analizar el modelo de gestión “porque lo que se está haciendo es incorporar burocracia. El municipio es una institución obesa, uno de los objetivos que debe tener el burgomaestre es mejorar el servicio con menos personal”, sostiene.
“Los recursos económicos se van en el pago a la burocracia y ese es un tema que no ha tratado ninguno de los 14 candidatos”, agrega.
En esto coincide Alfredo Villarroel, presidente del Colegio de Arquitectos de Santo Domingo. “Cualquiera que gane se enfrenta a un inmenso problema que tiene dos aspectos. El uno es una ciudad que creció desordenadamente y que nadie la puede dominar hasta ahora porque crece más rápido que lo que se planifica, y el segundo reto es manejar un municipio que es un monstruo burocrático tremendamente pesado”, expresa.
Según datos de la página web del cabildo, la nómina del personal es de 1.051 trabajadores que generan un gasto en sueldos que sobrepasa los 950 mil dólares mensuales.
 
En el puesto 97. Rodrigo Naranjo, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, parte de las cifras que citan a Santo Domingo como la tercera ciudad en población, sin embargo está en el número 97 en el índice de cobertura de servicios a nivel nacional de acuerdo a Infoplan (Sistema de Información para la Planificación Económica y Social).
La demanda principal es el alcantarillado sanitario. Considera que el PDOT no debe ser cambiado en cada administración sino que debe durar al menos 25 años respetando acuerdos mínimos para evitar que los proyectos queden en el limbo.
“Santo Domingo tiene un problema estructural gravísimo que una vez que sea solucionado, solo ahí, se pueden empezar a hacer obras de gran envergadura”, dice. 
Se trata de la separación del caudal sanitario del pluvial puesto que el cantón tiene un alcantarillado combinado que impide que tengan éxito los proyectos de tratamiento de aguas residuales planteados.
Las obras que se han hecho carecen de redes terciarias en las veredas para llevar las aguas lluvias hasta los emisarios y de ahí a los esteros y ríos sin mezclarse con las aguas servidas que deben someterse a un tratamiento para ser devueltas a los caudales, indica.
En las 7.000 hectáreas que conforman el cantón solo una urbanización cuenta con el sistema diferenciado.
Considera que es vital tramitar una ordenanza para que se establezcan sanciones a quienes atenten contra la infraestructura sanitaria.
“El santodomingueño tiene la idiosincracia de tener el ripio y la arena en el patio  además de la basura. Esto entra al sistema de alcantarillado y lo va a hacer colapsar toda la vida”, sostiene Naranjo.
 
Riesgos. La ubicación de Santo Domingo en una meseta de la que nacen 31 esteros y ríos hace que la calidad del suelo sea baja por lo que en la edificación de grandes edificios se requieren de sistemas de cimentación e incluso de pilotaje. 
Esto ha hecho que el gremio de ingenieros civiles demande de que se ejecuten análisis.
“Se debe realizar un estudio de microzonificación sísmica para la elaboración del plano de riesgo geológico que determine la magnitud de las edificaciones que se deben construir y se establezcan los sitios en los que definitivamente no se debe edificar. Eso es crear seguridad”, indica Naranjo.
Como profesional recomienda que se controle la calidad de la construcción de las obras civiles para que se fiscalice el cumplimiento de la norma ecuatoriana de la construcción. “La forma empírica de hacer las cosas tarde o temprano a esta ciudad le va a pasar una factura grande en un terremoto”, añade.
 
El mismo problema. Leonardo López fue alcalde desde 1988 a 1992 y cree que el ordenamiento comercial del centro de la ciudad es, desde aquella época, una deuda pendiente de los burgomaestres.
Para él las verdaderas necesidades de la población no están contempladas en la mayoría de planes de gobierno de los doce hombres y dos mujeres que quieren administrar el cantón.
El aspecto de movilidad es para López el principal problema.
“He escuchado ofrecimientos de puentes a desnivel cuando lo primero que necesitamos es conectar las vías que tenemos. El paso a desnivel no soluciona nada, solo resuelve en el tramo donde se construye y después se vuelve a congestionar la ciudad”, indica.
El exburgomaestre asegura que ofrecer agua potable y alcantarillado es desconocer la realidad de Santo Domingo, “porque esta administración si algo ha hecho es agua potable y alcantarillado, proyectos que se retomaron después de 23 años”, dijo.
En su administración logró “dejar limpio un tramo de la avenida 3 de Julio” y cree que despejar la totalidad del comercio de la peatonal y reubicarlo, es sin duda la más grande complicación de cada alcalde.
Son más de dos mil mercaderes que hacen su actividad a lo largo de los mil metros de la arteria que desde hace más de 30 años dejó de ser un sitio de distracción familiar para convertirse en una “bahía” donde se venden desde ropa y zapatos hasta conejos y gallinas. 

 

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