Nelly Juela, madre de Dahir, dijo que su hijo iba a ser sepultado junto a la tumba de su abuela paterna, en el cementerio de la misma parroquia, ayer en la tarde.     

“El papá realizó todos los trámites para su sepelio”, decía. 

Nelly recordó a Dahir como un niño juguetón, alegre y travieso. 

“Aquí, en la comunidad, todos lo conocían. Le gustaba ir al parque y se subía a los columpios. A veces peleaba con otros niños que estaban ahí, porque era su juego preferido”, sostuvo la mujer. 

A Dahir le decían “Gordito” por su contextura y porque le gustaba comer. 

“Comía bastante, era un niño sano y alegre. El papá está bastante afectado porque era su engreído, tanto así que dormían juntos. Era nuestra alegría”, añadió Nelly. 

 

Cumpleaños. Elvia Salinas, la otra abuela de Dahir, afirmó que una de las últimas cosas que compartió con su nieto fue su cumpleaños.  

“Ese día (5 de marzo) el papá le compró un pastel y el niño estuvo muy alegre”, puntualizó Elvia, quien llegó desde Cuenca para despedirse y acompañar a su hija y yerno en este dolor. 

 

Lo que pasó. La mañana del miércoles Dahir fue encontrado sin vida en una quebrada donde habían rocas de gran tamaño que en su recorrido formaban algo parecido a unas cavernas.

El pequeño desapareció la mañana del martes, cuando acompañó a su padre a reparar el daño de unas mangueras que impedían que llegara el agua a su vivienda, informó la familia. 

Dahir se quedó a unos metros esperando hasta que su papá reparara el daño.

Sin embargo, cuando Luis regresó ya no encontró a su hijo, por lo que empezó a buscarlo junto a otras personas por el recinto, pero no hubo resultados positivos, sino hasta el siguiente día, que fue hallado sin vida.  

Se presume que el pequeño cayó en la quebrada, se golpeó la cabeza y murió.