Hasta mañana se puede hacer ruido, prometer lo que se les ocurra, hacer campaña sucia, mentir y dar abrazos falsos a los pobres. Para los “millonarios” (gracias a la política) que en esta época han tenido que “ensuciarse” en los barrios será un alivio el fin de la campaña, aunque no lo digan –porque perderían los votos que han logrado saludando con beso a quienes jamás han visto y comiendo “de todo” para parecer del pueblo (que en el fondo detestan)–. Pero los ciudadanos, señores políticos, sí decimos gracias que se terminó esta ruidosa y millonaria campaña.
En las siguientes 72 horas estamos obligados a desintoxicarnos de tanta “basura política” que hemos recibido.
Desde el viernes, con mente fría, por nuestro propio bien y el de la provincia, debemos pensar bien a quién se le va a dar el voto. Muchos candidatos son lobos con piel de oveja, corruptos a más no poder. Lo primero es no votar por los corruptos o señalados por Contraloría. Es la única vez que tenemos a los políticos en nuestras manos, así que decidamos bien.