La represa Poza Honda, que es el primer componente del sistema, fue construida hace 50 años. Fue planificada para alojar 100 millones de metros cúbicos de agua, con los que abastecería en forma suficiente al río Portoviejo y ayudaría a paliar la cíclica escasez de agua que afecta a la provincia.

Un sistema de canales de riego, que a pesar de las décadas transcurridas aún está inconcluso, distribuye el agua desde una presa derivadora hacia el valle del río Portoviejo, para regar aproximadamente 17.000 hectáreas por bombeo y gravedad.

Además, parte del caudal de Poza Honda es aprovechado para abastecer a plantas de tratamiento con las que se proporciona agua para consumo humano a poblaciones de por lo menos nueve cantones de Manabí, las cuales suman aproximadamente 800 mil habitantes.

Una obra tan estratégica y vital para el desarrollo de una provincia debe tener monitoreo constante y ser considerada una zona de seguridad. Pero también es necesario que se realicen estudios frecuentes para advertir a tiempo posibles complicaciones.

Medio siglo después de su construcción, es altamente probable que la sedimentación ha mermado la capacidad de la presa Poza Honda. La pregunta es cuánto. Y eso lo deben determinar los estudios.

También es necesario que se revise el sistema de riego para conocer su nivel actual de utilidad y la factibilidad de extender el proyecto original.