En cuestión de segundos su casa se inundó, aunque llovía ella salió a pedir auxilio. El agua subió un metro aproximadamente y aunque los policías y bomberos llegaron nada pudieron hacer.
Sandra logró salvar su refrigeradora, con sus vecinos la alzaron a un mesón, pero su ropa, sus muebles, colchón y cama se dañaron, ayer flotaban sobre las aguas servidas que invadieron su vivienda.
El pozo que tiene en el patio, del cual se abastece, también se contaminó.
La mujer habita en la cooperativa Villa Florida desde hace 16 años y recuerda que hace dos años su vivienda también se inundó, pero en aquella ocasión la emergencia fue menor.
Una alcantarilla. Sandra afirma que el problema se originó por una alcantarilla colapsada que se ubica detrás de su casa.
“La solución sería el encajonamiento”, expresa.
Marjorie Bazurto, vecina, manifiesta que hay más habitantes que se ven afectados por la calamidad, debido a que en el espacio verde detrás de sus casas el agua quedó empozada y eso trae contaminación.
Dufer Reasco señaló que en ese espacio existen solo dos pequeños sumideros que no abastecen y con las lluvias colapsan, debido a que en la quebrada los malos ciudadanos arrojan escombros y basura.
Incluso unas plantaciones se vieron afectadas.
Desde la Epmapa se indicó que se desconocía de la emergencia.
Ayer estaba previsto que los bomberos acudan a evacuar la “piscina”.
“Aquí han llegado bomberos, del Mies, de Riesgos y no dan solución”, dice la perjudicada.