Actualizado hace: 931 días 17 horas 34 minutos
Voto 2019
Vías y apoyo al agro, las propuestas de Aguavil

Fue gobernador de la Nacionalidad Tsáchila y ahora quiere ser prefecto.

Miércoles 27 Febrero 2019 | 11:00

 Cuenta con el respaldo de una unidad conformada por la Izquierda Democrática y el movimiento Alianza Tsáchila, listas 12-62. 

Javier Aguavil plantea consolidar a la provincia en el ámbito productivo y de vialidad. 
Su plan es construir 250 kilómetros de carreteras en asfalto durante los cuatro años de su gestión.
“Todo lo haremos con transparencia. Si en 11 años han realizado 250 kilómetros (de vías), con una bonanza económica, le demostraremos a la ciudadanía que al momento de la contratación lo haremos abiertamente. Sin lleve, con transparencia”, señala.
Propone ser un veedor de las obras que se han hecho en la última década “y que ya se han destruido”.
El trabajo enfocado en el desarrollo agroindustrial de Santo Domingo y La Concordia es otra de sus prioridades.
Pretende darle impulso a los agricultores y ganaderos a través de su administración de puertas abiertas.
 
¿Quién es? Javier Aguavil nació en la comuna Otongo Mapalí. Su padre es Luis Alfonso Aguavil y su madre se llama Estela Aguavil Calazacón. 
Estudió en la escuela María Angélica Hidrovo, la secundaria en el colegio Hispanoamérica y alcanzó a cursar el tercer semestre de economía en la Universidad Católica, sede Santo Domingo. 
Desde temprana edad participa en el tema organizativo comunitario.
Fue vicepresidente de Otongo Mapalí, presidente del Tribunal Electoral Tsáchila, y representante ante el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos de Ecuador (Codenpe).
Además formó parte de la Comisión Nacional de Estadísticas para Pueblos Indígena, Afroecuatorianos y Montubios (Conepia-Inec).
En el 2008 participó para el cargo de consejero de Santo Domingo de los Tsáchilas y luego fue director de Cultura y Patrimonio de la prefectura.
Ha sido representante de su nacionalidad en la Cumbre de Pueblos Originarios en La Guajira (Colombia) sobre el cambio climático.
Fue el gobernador tsáchila desde 2014 a 2018.
También es agricultor. Siembra maqueño y lo comercializa a los supermercados de un reconocido grupo empresarial.
Dentro de poco invertirá en la siembra de maracuyá.
Durante su administración en la gobernación tsáchila encabezó una lucha para dar con los responsables de la contaminación de los ríos que pasan por el territorio ancestral.
Además logró obtener las escrituras del terreno donde se asienta el cementerio de los colorados, ubicado en el kilómetro cinco de la vía Puerto Limón. En este sitio los tsáchilas se reunían para hacer el pampá (ceremonia del Nuevo Día).
Dentro de su periodo, también logró la instalación de alumbrado público en las comunas, así como la ejecución de obras en cogestión con el apoyo de los nativos y la promoción turística de la fiesta Kasama.
Su trabajo también se enfocó en la repotenciación de las instalaciones de las escuelas interculturales.
Hizo la revisión de textos en lengua tsáfiqui para los planteles y gestionó para que el Ministerio de Educación los reparta entre los alumnos. Empezó el proceso para que la nacionalidad sea declarada Patrimonio Inmaterial por la Unesco para garantizar su conservación y dio impulso al Plan de Salvaguardia de la nacionalidad por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).
Es secretario de Otongo Mapalí y tiene dos hijos. 
 
¿Cuál es el principal problema que tiene el habitante del campo y que usted pretende solucionar? 
Como agricultor a diario enfrentamos muchos problemas. Por eso uno de los ejes que tenemos es el apoyo a la productividad, que es una competencia del Consejo Provincial. 
El factor que ha faltado al interior de las comunidades es el de industrializar y darle un valor agregado a la producción.
Haciendo esto fomentaríamos el empleo en el sector.
El abandono del campo, la falta de incentivos están fomentando este problema.
Se tiene el beneficio de BanEcuador como una institución, pero al momento de pagar el crédito no te esperan.
El agricultor, por más que siembre, cae en la sobreproducción y se va a la baja el precio. No hay mercado para el producto.
 
¿Qué solución plantea?
Hay que organizarnos. En estos 11 años lo que han hecho es dividir a la organización. Se han dedicado más al tema político que a fomentar el tema productivo.
Desde la prefectura lo que vamos a hacer es capacitar, pero también hay que sentarnos con todas las instituciones que tienen la competencia.
El Ministerio de Agricultura tiene que hacer un inventario de zonificación de productos para no tener sobreproducción.
Hay que capacitar desde la prefectura o desde otras instancias, tenemos que garantizar un producto de excelente calidad.
De los plátanos hay que hacer chifles, harina. De la maracuyá y la piña hay que hacer la pulpa. Vamos a invertir recursos en ello para generar una economía mixta y fortalecer los centros agroproductivos.
En las parroquias han construido infraestructura para el secado del cacao que no está funcionando. Los cacaoteros por ahora están vendiendo en baba y están perdiendo.
Hay que buscar la industrialización en el sector lechero. 132 mil litros de leche producimos (la provincia) a diario. Vamos a generar empresas de lácteos. ¿Qué hace el lechero con 42 centavos (el costo del litro)? No alcanza. Hay que capacitar al pequeño ganadero.
 
Hace unos años la prefectura asumió la competencia como autoridad ambiental en la provincia. ¿Cuál será la política de Javier Aguavil en el tema sancionatorio?
Hay que reconocer que todos somos contaminantes. Todos, desde la casa, la calle, las empresas. A Javier Aguavil no le va a temblar la mano y lo vamos a hacer con firmeza de acuerdo a la ley.
Pero Javier Aguavil también va a ver la parte humana. Ahí hay que diferenciar a los pequeños generadores de su microempresa y las grandes empresas que tienen la economía y la potencialidad para mejorar su sistema. Vamos a darles seguimiento, hay que buscar solución.
Hay que recuperar las cuencas hídricas, daremos incentivos a los pequeños finqueros a las orillas de las hidrocuencas porque hay que reforestar para que los ríos no se sequen.
 
Somos provincia desde hace 11 años pero no tenemos ni siquiera un edificio para la prefectura ¿Construir uno es su prioridad?
Cuando fui director del departamento de Cultura y Patrimonio desde esa época se han venido arrendando edificaciones, se pagaba entre 11 mil a 12 mil dólares por 11 años. Es más de un millón de dólares gastados en arriendos cuando con 700 mil dólares se hubiese hecho la casa del Gobierno Provincial.
Va a ser una prioridad construir una infraestructura acorde a la provincia considerando la interculturalidad y además debemos tener oficinas en La Concordia.

Un reto que va a heredar el próximo prefecto es la continuación de la ampliación a cuatro carriles de la vía Unión del Toachi-Santo Domingo. ¿Cuál es su punto de vista de todo lo que se ha hecho y de lo que falta por hacer?
Esta es una vía Estatal, debió haberla ampliado el Gobierno Nacional. Santo Domingo de los Tsáchilas debe exigir el mismo trato que ha tenido Pichincha.
¿Qué pasó con nuestras autoridades que no han exigido? En este momento están en medio de un litigio, pero Javier Aguavil está en la capacidad de que si toca realizar la ampliación, la vamos a hacer. Pero con un verdadero proceso de socialización y que existan compensaciones para los hermanos de Alluriquín.
Vamos a hacer un verdadero concurso con organismos nacionales e internacionales y con transparencia. No vamos a pedir porcentajes del 5 o 10 % porque no hay que olvidar que el recurso es de todos, no del prefecto.  
No es posible que a Pichincha se le den recursos no reembolsables y a nosotros un crédito. Javier Aguavil no se quedará callado, reclamará por su provincia y por su tierra.

 

Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Temas Relacionados

prefecto