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Vía Pifo-Papallacta, provincia de Pichincha
Un paseo que no pudo ser

El relato es estremecedor. Una de las sobrevivientes del accidente del bus colombiano en la vía Pifo-Papallacta, en la provincia de Pichincha, habló con los medios de comunicación y contó los dramáticos momentos que pasaron los pasajeros antes de la fatal tragedia que terminó con la vida de 24 personas.

Jueves 16 Agosto 2018 | 11:00

 El martes en la madrugada, el vehículo pesado se volcó en el sector de Palugo, en la denominada “curva de la muerte”. Justo antes del siniestro el carro empezó a bajar muy rápido por la carretera, mientras el conductor perdía el control del mismo, según relató Martha Isabel González, víctima.  

“Cuando (el chofer) vio que el bus empezó a rodar muy rápido comenzó a decirle al otro conductor, ‘perdí el control, perdí el control, perdí el control’. Claro, veníamos dormidos, nos despertamos y todo el mundo empezó a gritar”, dijo González desde el hospital en Quito donde se encuentra internada. Ella aseguró que el siniestro “pasó muy rápido”, pues según explica ocurrió en menos de cinco minutos.     
El otro conductor le decía al principal que “no se asustara”, y que tratara de maniobrar el vehículo. “Pusieron el freno pero el freno no respondió”, dijo la sobreviviente. 
Esta versión concuerda con la de Patricio Carrillo, director general de Operaciones de la Policía Nacional, quien aseguró el martes en un comunicado que el hecho pudo haber ocurrido por una presunta afectación en el sistema de frenos del vehículo.  
“Todo el mundo empezó a gritar, porque el bus iba de un lado para otro, entonces sentimos un golpe: al parecer fue que el carro golpeó a otro y lo tiró al abismo. Después nos volcamos”, añadió González.
Según la mujer, debido al accidente perdió los dientes. 
La Cancillería de Colombia informó ayer que de las 24 personas que murieron en el hecho, 19 eran “paisas”. 
Medicina Legal indicó que en total han identificado a 10 de los 24 cadáveres.  
El coronel Wilson Pavón, director nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial de Ecuador, afirmó que el bus de turismo había salido en días anteriores desde la ciudad de Neiva, en Colombia, e hizo varias paradas antes de llegar a Ecuador.  
Las investigaciones preliminares indican que el carro chocó con un vehículo Jeep en el que se desplazaba una familia, y luego descendió sin control por un kilómetro, impactándose con infraestructura vial, estructuras de vivienda y dando varias vueltas.  

El destino. Gran parte de las personas que viajaban en el colectivo eran vecinos de un barrio de Cali. Ellos recibieron el viaje a Ecuador como un regalo.   
La ruta en Colombia inició en Cali - Neiva - Pitalito - Mocoa - Villa Garzón - La Hormiga - San Miguel. Ya en Ecuador, debían llegar a Lago Agrio y luego el regreso, aunque algunas personas hablan de un recorrido hasta Perú, informó diario El Universo. El retorno estaba previsto para el sábado 18 de agosto. 
Una de las versiones es que el paseo era como un obsequio de una persona que se dedicaba a promover viajes.  
De acuerdo a una investigación de diario El Tiempo, al menos cinco pasajeros se arrepintieron de viajar por los problemas mecánicos del carro antes de salir de Colombia.
Las autoridades del vecino país manifestaron que el vehículo no tenía permisos para salir de Colombia. Eso podría explicar la ruta que seguía y que no incluiría el paso por Ipiales, en la frontera con Ecuador. Según González, cuando iban a cruzar la frontera con Ecuador, en la carretera se encontraron con un grupo de venezolanos. “Pidieron un aventón” para llegar a Quito. Aquello explica el porqué entre los muertos hay venezolanos. 
 
Eran nueve. Ayer se indicó que nueve eran las personas que viajaban en el Jeep que chocó con el bus, de los cuales dos menores de 15 y 1 año fallecieron.
De los nueves, tres eran adultos -dos mujeres y un hombre- y seis menores de los que tres eran hermanos, precisaron familiares de las víctimas.
El vehículo pequeño era conducido por Víctor Ulloa, de 50 años y junto a él en el asiento del copiloto estaba su esposa, Verónica Valencia, de 32, que llevaba en brazos a Scarlett Ulloa, de seis, hija del chofer.   
En la parte trasera viajaban Mailin Peralta, de 14 años, Jhostin Peralta, de 15, y Jhon Peralta de 17, los tres hijos de Valencia.  
También en esa parte del vehículo iban una mujer adulta cuya identidad no ha sido facilitada, acompañada por su hijo de corta edad y otro menor amigo de Jhostin, del que no pudieron precisar más detalles.   
Los fallecidos en el vehículo fueron Jhostin, y el bebé de la mujer no identificada, mientras que el resto resultaron heridos de diversa consideración y están en condición estable en hospitales de Quito.
Las viajeros del jeep eran de Lago Agrio, ciudad en la amazonía ecuatoriana y se desplazaban por turismo a Quevedo, localidad en la provincia de Los Ríos.
 
SANCIONES
El presidente Lenín Moreno, ordenó la destitución de responsables de Tránsito y de la cadena de mando involucrados en autorizar la entrada del autobús colombiano, después de que se revelaran negligencias a la hora de permitir el acceso al vehículo de transporte, que no disponía de licencia para viajes internacionales.  
 
PARA SABER 
Hasta ayer se había identificado a 10 de las 24 víctimas. Seis cuerpos corresponderían a ciudadanos colombianos, dos a venezolanos y un niño y un adolescente ecuatorianos.  
Asimismo, el Consulado de Colombia en Quito confirmó que entre los heridos hay 12 colombianos, de ellos ocho mujeres, tres hombres y un menor de edad.  
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