Las palabras son de Manuel Onofre, quien tiene 65 años y es  padre de un joven con discapacidad.

Manuel desde hace siete años cuida solo a su hijo Jesús, de 26, quien nació con discapacidad grave intelectual. 

Jesús no habla, pero sí camina. Le gusta la música bailable.   

“Es mi joya preciosa a la que cuido con todo el amor. No me gusta que luzca descuidado. No hay un día que no lo bañe y le cepille sus dientes. Jamás lo dejo solo ni al cuidado de nadie; si tengo que salir, me lo llevo”, manifiesta Manuel, quien enviudó hace siete años.

Él dice que las personas con discapacidad merecen el amor y la integración familiar. En el sector donde  vive (Sí Vivienda) hay muchos casos de personas con discapacidad que quedan solas y encerradas, y no es correcto, señala.

 

Bono. Manuel recibe el  bono de 240 dólares que le entrega el Gobierno a través del programa Joaquín Gallegos Lara. “Jamás me he descuidado de comprarle  la medicina que a diario toma”, anotó. 

También se ayuda económicamente con la venta de agua en bidón.

Agregó que tiene tres hijos más que tienen su propia vida y están al pendiente de él y de Jesús. Según cifras del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis), en Ecuador 415.500 personas forman parte de este grupo vulnerable. De ellos, el 46,78 % tiene discapacidad física; el 22,54 %, intelectual; el 12,87 %, auditiva; el 11,85, % visual, y el 1,33, de lenguaje. 

 

Agua. Manuel pide que el Municipio de Manta regularice la entrega de agua potable en el sector. Antes tenía el servicio en Sí Vivienda todos los días. 

“En este lugar viven discapacitados que  en sillas de rueda les toca ir a buscar un tacho de agua”, anotó.