El tema se está saliendo de control. Para destruir la buena imagen de una persona, ahora solo basta con pulsar una tecla o tocar el celular y seleccionar publicar, y en cuestión de minutos el video, foto o audio puede llegar a tener miles de compartidos. Las redes sociales se prestan para todo. Y en ese todo está incluido lo bueno y lo malo. Lamentablemente los cibernautas más tienden a multiplicar lo negativo, sin importar el daño que se pueda estar causando a las personas que aparezcan en las imágenes o en el audio. Si bien las redes sociales también se constituyen en una plataforma donde se puede llegar a descubrir delitos, obtener ayuda inmediatamente, etc., la falta de una regulación en Ecuador está ocasionando que la situación llegue al límite. En este tema es hilar fino, pues la historia de nuestro país está marcada por autoridades que crean leyes de acuerdo a sus intereses particulares y si es así, podrían usar una norma para afectar la libertad de expresión. Y por otro lado, si no se regula, cada día aumentará el número de personas víctimas de denigraciones en las redes sociales.