Confiada en que se trataba de personas honradas, la mujer le abrió las puertas de su casa a Fernando R. y María C., ambos mayores de edad.

No conocía con exactitud sus problemas ni su situación económica, pero les dio confianza porque ellos se mostraron amables y agradecidos por su ayuda.

En los tres días que permanecieron en su casa, los alimentó y hasta les dio las mejores habitaciones para que se sintieran a gusto.

> Robo.  Por cuestiones de estudio, la tarde del miércoles ella salió de la casa rumbo a la Universidad Técnica de Babahoyo y los dejó encargados del inmueble.

Al retornar, a eso de las 19h00, encontró la puerta principal de su domicilio abierta. Al ingresar al inmueble encontró todo desordenado y sin la presencia de sus huéspedes, quienes se  habrían aprovechado de la situación para llevarse varios artefactos.

Algunas de las pertenencias robadas fueron un televisor de 40 pulgadas, un parlante amplificador de 20 mil watts, una computadora portátil, un celular de alta gama, una tablet, una plancha de cabello, prendas de vestir y 40 dólares que tenía guardados. 

En ese momento la perjudicada llamó a los celulares de los sospechosos, pero no pudo localizarlos porque no contestaron las llamadas telefónicas. 

Luego la universitaria se comunicó con su amigo, quien le informó que desconocía el paradero de sus supuestos familiares.

> Denuncia. La afectada colocó la denuncia en la Fiscalía y dijo que el perjuicio económico supera los 3.500 dólares.

Asimismo, la noche del miércoles se reportó otro robo a domicilio en la calle 9 de Octubre entre 27 de Mayo y Pedro Carbo, en Babahoyo. 

Dos chicas le contaron a la Policía que salieron a la universidad a las 14h00, y a las 22h00 que regresaron se percataron del robo de dos computadoras que tenían en el departamento que alquilaban. Indicaron que se olvidaron de poner el picaporte de la puerta.