El municipio no seguirá pagando el servicio de agua  potable, y adeuda por un año 42 mil dólares a la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM). Esta entidad desde hace ocho días suspendió el abastecimiento de agua a los comerciantes de este lugar.

Obligación. Mery Chong, administradora del Nuevo Tarqui, dijo que el municipio está realizando los trámites para saldar la deuda. Se hacen gestiones con la EPAM para que, sin opción a reclamos ni consulta, instale medidores a los 114 negocios que más consumen agua en la zona. Entre ellos las peluquerías, los comedores y las baterías sanitarias, dijo.

Comerciantes. Miriam Bailón, quien tiene una peluquería en la zona comercial, dijo que ella prefiere traer agua de su casa, porque no le conviene hacer más gastos. “Suficiente tengo con el pago de la luz y los cuatros dólares semanales que cobra la administración del Nuevo Tarqui para  darnos seguridad y el mantenimiento de este lugar, lo que no se cumple”, dijo. 

Mirella Vinces también dice que traerá agua  de su casa para preparar los alimentos que ofrece en su comedor. Indicó que lo poco que vende no le alcanza para más  gastos.

Eugenio Catagua, quien administra uno de los baños, señaló que está de acuerdo con la instalación de un medidor. 

La administración desde un principio debió exigir a cada local que utiliza agua instalar su medidor, señaló. “Si esto hubiese ocurrido, ahora no estuviéramos comprando agua a los tanqueros y el municipio no debiera tanto dinero”, añadió.

Martín Baque, dueño de un comedor, también está de acuerdo, siempre que el medidor sea de categoría doméstica y no comercial.

“Con los medidores de luz nos obligan a pagar una tarifa elevada”, manifestó.