El acto permitió que los niños salieran ilesos del ataque al estilo sicariato.

Sin fuerzas, Winter se desplomó en el pavimento.

Esto ocurrió a las 06h45 de ayer en la intersección de la calle 29 y avenida Jaime Roldós Aguilera de la parroquia Viva Alfaro, del cantón Quevedo.

El llanto desconsolado de sus dos niños, de 8 y 5 años, conmovió a los habitantes del sector y a los  padres de familia de la escuela Jorge Carrera, que presenciaron el asesinato y quienes a esa hora, al igual que Winter, llegaban a la institución a  dejar a sus hijos.

ACRIBILLADO. Fueron diez balazos los que recibió Fajardo en su cuerpo. 

Los proyectiles estaban alojados en el abdomen, tórax y piernas.

Según las primeras investigaciones policiales, el agricultor caminaba por la acera de la calle 29. Antes de dirigirse a su trabajo había decidido dejar a dos de sus tres hijos en la escuela. 

Faltaba media cuadra para llegar a la unidad educativa cuando fue sorprendido por dos hombres que se movilizaban en una moto. Uno de ellos se bajó del pequeño vehículo e inmediatamente, y sin importarle que había dos menores, empezó a disparar contra el padre de familia al puro estilo sicariato.

Aún con signos vitales, Winter fue llevado hasta el hospital Sagrado Corazón de Jesús, donde a los pocos minutos falleció.

Iván Salazar, médico forense que realizó la autopsia, indicó que el cadáver presentaba 18 orificios de entrada y salida causados por diez disparos.

La tragedia ocurrió a tres cuadras de la vivienda de la víctima. 

“Era un hombre bromista, alegre, una buena persona, me sorprende que lo hayan asesinado”, dijo Fernando P., amigo y compañero del fallecido.

El allegado aseguró que hace una semana su amigo Fajardo le contó sobre un problema que tuvo con un hombre que supuestamente había intentado robarle un teléfono.

“Él (Fajardo) estaba afuera de su casa cuando le quisieron robar el celular, me dijo que tuvo una discusión con el ladrón. Ese era el único problema que le conocía”, señaló el compañero de trabajo de Fajardo.

El cuerpo de la víctima fue llevado a la morgue de Quevedo, donde se le realizó la autopsia y luego fue trasladado a la casa de un familiar en la calle 28 de la parroquia Viva Alfaro para ser velado. 

Winter Fajardo laboraba en una hacienda en Buena Fe y tenía tres hijos, todos menores de edad, dijeron sus allegados. 

Delincuencia. Habitantes del sector donde ocurrió el crimen indicaron que los asaltos y robos en la zona son muy frecuentes.

El 25 de julio Aldo Loor fue asesinado en su finca en el sector La Virginia, de Quevedo. 

Él recibió tres disparos en su cuerpo.

La Policía investiga ambos asesinatos.