Dirigentes de este movimiento, aún sin registro legal ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), como Víctor Villacís dijo que se trata de un “acto simbólico” con vistas a su inscripción.
Y recordó los casos judiciales que están saliendo a la luz contra Correa y sus exasesores, por lo que justificó la decisión de “expulsarlos” porque están construyendo un país diferente, sin odio ni rencor”.
MANA, una formación que existe desde hace años, se perfilaba en los últimos meses como refugio del correísmo, dadas las dificultades que están encontrando los seguidores del expresidente para constituirse en partido político desde que se separaron de Alianza PAIS, tras romper con el actual mandatario Lenín Moreno.
En la rueda de prensa comparecieron también Vanesa Suárez, representante legal de MANA, y Víctor Hugo Erazo, su fundador.
“Vamos buscando la personalidad jurídica y la expulsión de estos personajes que hicieron mucho daño al Ecuador durante diez años, que persiguieron, encarcelaron, maltrataron, secuestraron y asesinaron a gente, es un acto simbólico y moral que va más allá de la cuestión jurídica y legal”, afirmó este último.
Reconoció que han estado “en conversaciones con grupos de activistas” de la que era la Revolución Ciudadana, el proyecto ideológico con el que Correa llegó al poder en el 2007 y gobernó hasta el 2017.
“Pero no podemos permitir que Correa que con sus ínfulas de autócrata se quiera adueñar de un movimiento político como se adueñó diez años de todo el Estado ecuatoriano y de los poderes”, matizó el militante de MANA.
“Soy tan importante que me expulsan de un movimiento que todavía no tiene afiliados”, criticó Correa en redes sociales.