Las tres derrotas al hilo, sumadas a las inconformidades, desataron una discusión entre futbolistas.  

“No fue más que una discusión fuerte, pero eso a veces es el proceso que hay que tener para conseguir cosas grandes, pero todo quedó ahí”, aclara el técnico Héctor González. 

 

Malestar. “Estamos perdiendo la humildad,   no aceptábamos las críticas dentro del grupo, no podías decirle a un compañero nada porque reaccionaba mal”, confiesa el capitán Eduardo Quintero, al referirse sobre el motivo  que desencadenó la discusión. 

Incluso en los cotejos y entrenamientos habían gestos y reclamos entre ellos.  

La tarde del lunes sostuvieron conversaciones extensas, llegando a consensos y reafirmando el compromiso de pelear por mantener la categoría y por los primeros lugares de la tabla. 

“Las diferencias del entrenamiento estábamos llevándolas a los partidos, ahora dejamos todo atrás”, puntualizó el cancerbero. 

El DT de su parte expresó que “Ellos (jugadores) dialogaron y quedaron en que debe existir más compromisos y no esas desuniones momentáneas o esa inmadurez que provoca que no seamos perseverantes”, indicó “Pipa”. 

Además, se indicó que el cuerpo técnico está facultado para enviar informe acerca de actos de indisciplina o expulsiones injustificadas a la directiva para que esta se encargue de sancionar económicamente a los implicados.

Renovados. Con los ánimos renovados, ayer entrenaron a doble jornada. 

Incluso la plantilla y cuerpo técnico compartieron un pastel para celebrar el cumpleaños del asistente técnico Juan Pablo Cueva y el mediocampista Ronald Álvarez. 

“Fue un entrenamiento muy alegre, se nota el cambio. Ahora esperemos el día sábado hacer un buen partido y no soltar ningún punto en casa”, finalizó Quintero.