Para habitantes como Ariel Zambrano, es preocupante que en el centro de Quevedo los árboles cada vez tengan menos espacio.

El hombre, quien labora como comerciante ambulante, cayó en cuenta de este hecho cuando retiraron los ficus de la calle 7 de Octubre para iniciar los trabajos de soterramiento.

Indica que ahora percibe más contaminación por el humo (smog) que generan los vehículos.

“Ahora es cuando uno se percata de la importancia de los árboles. Estas especies nos servía como sombra cuando salía el sol. Ahora hasta el aire que respiramos se percibe contaminado”, expresó el comerciante.

Carmen Villarroel trabaja de 07h00 a 17h00, en un local de venta de equipos tecnológicos, ubicado en la calle Séptima y Siete de Octubre.

Ella aprueba la obra que ejecuta el municipio en esa calle, pero a la vez  reconoce que la arteria principal lucirá más bonita llena de árboles.

Proyecto. Sobre este tema, el Municipio de Quevedo, en la planificación  del soterramiento, incluye un proyecto de arborización urbana que iniciará una vez que culminen los trabajos.

Carlos Basantes, director de Obras Públicas, indicó que  la unidad de Gestión Ambiental sacó todos los permisos ambientales para remover los árboles ficus de esa calle, los cuales fueron parte de la regeneración urbana de hace 15 años.

Gem Valle, director provincial de Ministerio del Ambiente, explicó que todas las especies de árboles sembradas en calles y avenidas de las ciudades ayudan a absorber el CO2  (dióxido de carbono) que emanan los vehículos.

El funcionario indicó que todas las alcaldías deben cumplir con la normativa ambiental vigente estipulada en el acuerdo ministerial ambiental 059, donde detalla que por cada especie de árbol que sea removida, será reemplazada por diez, a través de una reforestación adecuada.

Asimismo, informó que el acuerdo ministerial ambiental 018 explica que es reponsabilidad de los municipios el arbolado urbano. “Como dirección ambiental provincial supervisamos el cumplimento de estas acciones”, reveló Valle. 

Especies. En el caso del reemplazo de los árboles ficus, detalló que esta es una especie exótica, traída del continente asiático, pero que está comprobado que el látex que produce,  provoca efectos colaterales en las personas. 

“Hay un riesgo al volver a sembrar la misma especie, porque el ficus tienden a enraizarse de manera agresiva en el suelo provocando daños en las infraestructura de las ciudades”, manifestó Valle. Otros de las consecuencias es el cremimiento del follaje, ya que este se incrementa con cada poda. 

En la calle Bolívar no hay árboles.