Vistiendo un traje brillante de color plateado llamaba la atención de conductores y peatones.
El atuendo, bautizado como “Apocalipsis”, fue creado por el mismo Adolfo, de 51 años de edad. Recordó que lo hizo con la finalidad de generar ingresos para mantener a sus tres hijos y a su esposa.
El artista visitó Quevedo con la idea de trabajar tres días en el cantón, aprovechando las fiestas patronales de la parroquia San Camilo.
Aunque al principio los ciudadanos no colaboraban, Adolfo no se rendió y siguió mostrando sus movimientos que se asemejaban a los de un robot. “Esto es así, al principio se ríen y dudan en colaborar, al segundo día las cosas mejoran”, expresó “Apocalipsis”, quien exhibía su rostro y cabello pintados de dorado.
Material. Según Adolfo, la idea de este oficio surgió en el año 2000, cuando visitó Colombia. Refirió que allí vio un personaje similar al de una estatua y decidió experimentar.
Explicó que al principio no le convencía mucho ejercer este trabajo, pero ante la falta de oportunidad laboral no le quedó otra opción.
La pintura que usa en su rostro esta hecha de purpurina dorada con aceite cosmético.
Indica que el material es algo nocivo para su piel, pero con cremas y tratamientos ha podido mitigar los daños en su rostro.
El traje está confeccionado con un material que sirve para mantener la comida caliente, y es de color plateado.
Adolfo contó que el nombre de este traje proyecta al hombre que construye con sus manos su vida y Jesucristo se encarga de edificar su alma.
Adolfo es oriundo de Guayaquil, pero vive en Ambato.