Dos jubilados de 67 y 68 años, ya detenidos, decidieron dedicarse a robar oficinas en la ciudad española de Barcelona porque recibían, según argumentaron, “pensiones mínimas”, informaron medios locales.
Los hombres, que ingresaron en prisión por orden judicial, están acusados de cometer una treintena de robos forzando las puertas cuando los edificios estaban vacíos. Las imágenes registradas por las cámaras de videovigilancia permitieron identificar a los dos hombres y proceder a su detención.