“Fue entonces cuando escuché su inmenso ego.
La última vez que busqué a José Delgado para entrevistarlo, pensé que ocurriría lo mismo que había pasado en otras dos ocasiones: me hizo esperar casi una hora y al final nunca me atendió. De nada sirvió sacar las citas con anticipación para hablar con él. Pero eso no me molestó por dos razones: primero, debía entender que quizá estaba muy ocupado o tenía cosas importantes que resolver, y segundo, ya algunos colegas periodistas me habían contado que para hablar con José Delgado debía llenarme de mucha paciencia. Hace poco él anunció su candidatura a la alcaldía de Manta, entonces me pregunté: si solo como presidente de Delfín es difícil hablar con él, ¿cómo será si es alcalde? La última vez fue distinto. Esperé poco. A Delgado ya le interesaba hablar de su posible candidatura para las elecciones 2019. Fue entonces cuando escuché su inmenso ego: el YO. No habla en equipo, solo es él y nadie más. Algo así como el reciente video donde él invita a celebrar sus cuatro años como presidente de Delfín, no de todo un equipo de trabajo, solo de José Delgado.