Tras una reunión con el presidente Lenín Moreno el pasado jueves,  Martínez reveló que los subsidios al diésel, que le cuesta al Estado cerca de 900 millones de dólares, y al gas doméstico, $ 490 millones, no serán modificados.

“No se ha evaluado en absoluto el subsidio al gas, no se ha evaluado en absoluto el subsidio al diésel; es decir, eso va a mantenerse intocado. Pero sí se está analizando cuál es el efecto distorsionante que genera, por ejemplo, el subsidio que recibe una persona que tiene un vehículo 4x4 de gama alta, que son esfuerzos que está haciendo el Estado en relación a ese tema”, explicó Martínez.

Por el subsidio a las gasolinas extra y súper, el Estado gasta anualmente cerca de 260 millones de dólares. En caso que se elimine el subsidio a la gasolina, los precios del combustible podrían subir.

 

>Críticas. José Villavicencio, presidente del Frente Unitario de Trabajadores, criticó la eventual eliminación de los subsidios.

“Hoy pretenden quitar los subsidios, cuando le condonan, perdonan intereses y multas a los grandes empresarios. La deuda que les perdonan serviría para pagar este años los subsidios que tanto hablan”, criticó.

Luis Calvopiña, representante de la Cámara del Transporte de Quito, señaló en declaraciones a Ecuavisa que, pese a que no se eliminará el subsidio al diésel, usado por los transportistas, un eventual aumento de las gasolinas súper y extra generará un efecto inflacionario. “Vamos a ser objeto en todos los sentidos tanto como transportistas como entes sociales también”, acotó.