La corruptela está por todas partes. En municipios, prefecturas, ministerios, etc.

Muchas autoridades del gobierno de Rafael Correa están señaladas, y hasta se habla de millones de dólares por recuperar, pero todo sigue en especulaciones.

Solo hay tres o cuatro sentenciados.

El último escándalo fue el del prefecto de Manabí, a quien la Contraloría cuestiona por obras viales que no cumplen con especificaciones, por pagar obras que no tienen evidencia de su ejecución, por volver a contratar obras ya hechas, etc.

Pero, ¿para cuándo las sentencias en firme? 

La semana pasada se anunció que un exministro acusado de corrupción saldría libre.

¿Para qué tanto escándalo si no van a sentenciar?

Los ciudadanos tenemos que despertar y en las próximas elecciones castigar a los corruptos y castigar también a quienes protegen a estos delincuentes de corbata.