Indicó que ha golpeado las puertas del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) en Portoviejo, cuyos funcionarios han llegado más de diez veces al convento, a hacer mediciones y tomar fotos, pero hasta la vez llega la ayuda esperada. Añadió que la iglesia no puede invertir porque es patrimonio.

Saeteros mencionó que desde antes del terremoto la planta baja de esa estructura servía para reuniones y la parte alta funcionaba como hospedaje para visitantes y religiosas. Ahora es un espacio inutilizado y un peligro para quienes pasan por el lugar. 

El convento de San Agustín tendría más de 80 años; conserva los ventanales de la época y la madera antigua se está deteriorando al igual que las paredes cubiertas con enquinche. 

>Inspección. Ivón Chica, subdirectora de Cultura y Patrimonio del municipio, dijo que una delegación del INPC de Portoviejo estuvo en Chone para dar asesoramiento para elaborar los inventarios patrimoniales del cantón.

Mencionó que visitaron el convento de San Agustín y vieron los daños que hay en su estructura, por lo que se coordinará con el párroco para que haga conocer la historia del convento e ingresarla a la plataforma de bienes patrimoniales que tiene el INPC. Por eso como municipio aún no pueden intervenir, señaló.

El investigador Boris Zambrano indicó que esa estructura data más o menos del año 1930, y sería necesario que se haga algo para que este bien patrimonial no se pierda, ya que es parte de la historia y tradición de Chone.