Walter Ponce, morador del sector, dijo que los malos olores no se soportan y “por eso muchas veces se le ha tirado hasta querosén para evitar ese ambiente de putrefacción”.

Afectaciones. A Lourdes Pionce, que vive en otro tramo de la avenida donde también se han sustraído una tapa, le preocupa también la falta de clientes en su negocio por los malos olores.

Las alcantarillas destapadas emanan gases tóxicos.

Pionce comentó que los dueños de lo ajeno aprovechan la medianoche para robar las tapas metálicas. 

El conductor Jimmy Gutiérrez dijo que la falta de señalización en los pozos destapados genera peligros para choferes y transeúntes.

En algunos casos, los vecinos colocan palos o cañas a manera de prevención. 

En la calle Montúfar, entre Tungurahua y Noboa, también desapareció una tapa. Lo mismo ocurre en otros sectores como las ciudadelas 3 de Mayo, Luis Bustamante y Parrales y Guale, se informó. 

Beder Cañarte, director municipal de Infraestructura Física, explicó que desde el viernes se trabaja en la reposición de tapas en la avenida Martiniano Delgado; sin embargo, este medio constató que el problema no se ha solucionado.  

“Las tapas serían vendidas a las recicladoras cercanas a diez o veinte dólares”, dijo.

Oscar Mena, jefe policial, indicó que se realizan operativos en la ciudad para dar con los infractores.