Los grupos de defensa de derechos de la mujer tienen una nueva misión. Quieren que la gente olvide esa frase que dice: “En pelea de marido y mujer  nadie se debe meter”.

Y lo hacen con un solo objetivo: hacer que intervengan, porque de una u otra manera pueden salvar vidas. 

La trabajadora social Ginger Reyes explica el porqué de esta campaña y cómo  puede evitar femicidios. 

“Cuando una pareja pelea los vecinos escuchan, los familiares escuchan, pero nadie hace nada por ayudar o evitar incluso una muerte. No estamos pidiendo que se metan en problemas, solo que llamen a la policía o si está en sus manos eviten un crimen”, explica. 

La campaña se realiza en los barrios a través de charlas. Reyes dice que no solo abordan este tema, sino otros más como: dónde denunciar la violencia o cómo recibir ayuda psicológica. 

“Queremos que la ciudadanía sepa que pueden ayudar, porque a veces escuchan o ven cuando el marido le pega a la mujer y no hacen nada, eso no es más que el resultado de machismo. Hay que llamar el ECU- 911”, indica.  

Las estadísticas. Según datos de la Fiscalía de Manabí, desde agosto del 2014 (fecha en que se reconoció al femicidio como delito) hasta junio de este año, han ocurrido 26 femicidios. De estos, 16 están resueltos, una víctima se halla en internamiento psiquiátrico, cinco en llamamiento a juicio, dos en instrucción fiscal y dos en investigación previa. 

Mientras que tentativa de femicidio hubo 17, de las cuales 12 están resueltas, el resto se halla en investigación.

Jaime Gonzáles, abogado y activista a favor de los derechos de la mujer, cuenta que uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las denunciantes es la falta de personal técnico para atender las denuncias psicológicas. 

“No hay suficientes peritos clínicos acreditados para atender a las víctimas. Debido a eso, cientos de procesos son abandonados o quedan en nada”, expresa. 

Gonzáles comenta que el problema se ha incrementado desde el año pasado. Actualmente, cuatro de cada diez denunciantes abandonan los procesos por violencia psicológica.