Si preguntan por Gustavo Macías Robles casi nadie en Rocafuerte daría con su paradero, pues ni él mismo recuerda cuándo lo bautizaron como “Niño Dios” y así lo conocen dentro y fuera de su cantón. 

Macías es un emprendedor rocafortense que se dedica a elaborar chifles y a crear cualquier máquina que sirva para mejorar el producto. 

Su profesión es la de mecánico industrial. Llaves, tuercas, dispositivos de presión y sierras forman parte de su taller, donde “mete cuchilla” a cada artefacto que elabora y a los que tiene por reparar. 

Este ciudadano trabaja con su hijo, quien es ingeniero mecánico, su dupla en cada ingenio.  

“Mire esta máquina, es como una copia de mi creación”, explica Macías, mientras analiza cada falla de una cortadora de plátanos. 

Macías inició en el negocio de los chifles en el 2003 en Quito, años después decidió arriesgar y emprender en la “Ciudad Blanca de los Campanarios”. “Fue complicado ganar mercado, pero con perseverancia lo logramos”, manifiesta “Niño Dios”.

Entre sus creaciones están las máquinas que hacen chifles largos, redondos y la tipo “fritada”. 

 

Producción. Con cada innovación logra una mayor capacidad de producción, bajo su sistema puede

procesar hasta 50 kilos de chifle por hora, mientras que de la manera tradicional se obtienen entre 30 y 35 kilos. Para la creación de cada máquina puede tardarse hasta 15 días.

“Desde 25 centavos puede conseguir chifle”, menciona Macías, quien además considera que para que cada proyecto tenga éxito, debería recibir el apoyo económico de otras entidades.