Navarrete era el dueño de un centro comercial ubicado en Tarqui, donde murieron al menos 95 personas en el terremoto del 2016.

Actualmente, en el mismo lugar, ha improvisado un  centro comercial con 18 locales en contenedores. 

La idea final es levantar una estructura de dos plantas.

Agregó que la nueva cara comercial de Tarqui nunca más debe mostrar el desorden y la “anarquía” de comerciantes que se creían dueños de las calles.   

También proyecta a futuro levantar un hotel, pero en los predios que antes pertenecieron al Hadad Manabí Hotel, en el malecón de Tarqui.  

Sentimiento. Navarrete lloró al recordar el acoso de la prensa y del  expresidente Rafael Correa, por las muertes en su centro comercial. 

“Quiero confesar mi impotencia y hasta el miedo de estar en las calles, después de varias semanas del terremoto, precisamente, porque me habían endosado una responsabilidad sin ser mía, sino de la naturaleza. Pero felizmente la justicia dijo que yo no construí el edificio y que fue un desastre natural el que terminó con numerosas vidas”, manifestó.

Recordó que este edificio lo compró  al desaparecido banco La Previsora. Mencionó que cuando lo adquirió (1988) funcionaba como un hotel y que le tocó mejorarlo y embellecerlo. 

Dijo que su edificio tenía tres puertas de acceso y salida, pero nunca le permitieron ayudar en los rescates. “Solo una mujer bombero de Quito me pidió ayuda y logró sacar a cuatro personas con vida, pero luego me sacaron del lugar y no dejaron que ayudara”, señaló.

Felipe Navarrete también se siente afectado por la crisis venezolana.

En Caracas tiene seis minicentros comerciales que ahora están cerrados porque nadie los alquila. 

Hace 40 años Navarrete migró a Venezuela, donde le fue bien como comerciante, lo que le permitió adquirir varias  propiedades en Tarqui. 

Aseguró que su actividad de comerciante  se ha visto afectada por el terremoto en Ecuador y el terremoto  económico y social en Caracas.