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Educación
Entre amigas crean cuatro bibliotecas en la frontera

Algo resquebrajó su corazón cuando vio el asombro de “la nena”. Era la primera vez que observaba un libro de otra cultura.

Sábado 28 Julio 2018 | 11:00

 La niña de cabello negro y ojos color pechiche devoraba cada página con la mirada. Una gran enciclopedia mostraba las etnias de Birmania, donde nativas usan grandes anillos en el cuello.

“Nena” toca su garganta, una joven médico le explica que estos grupos se les conoce como padaung o mujeres cuello de jirafa. 
La pequeña termina de ver el libro y corre hasta la estantería donde hay más por “devorar”.
Al igual que “nena” decenas de niños acuden hasta las bibliotecas creadas en Esmeraldas, cerca de la frontera con Colombia.
La manabita Natalí Romero Torres forma parte del equipo de cuatro personas que otorgan textos y crean bibliotecas para niños de esta zona fronteriza. 
Romero hizo en la parroquia Limones su año rural como médico. 
Dejó Manabí, Manta, por adentrarse al mangle, lejos de casa, a más de 340 kilómetros de distancia.
Todos en su familia se opusieron en esta travesía. Ella emprendió su viaje, llegó hasta el cantón Eloy Alfaro
de Esmeraldas para luego ingresar a la parroquia Limones. 
Sus objetivos eran claros, ayudar en lo que más pudiera. Ella era la doctora de piel blanca con ojos vibrantes, entre hombres fornidos, mujeres de caderas anchas del color de la salsa.
Durante su odisea conoció un centenar de familias, personas que con el paso del tiempo se hicieron sus amigos, recorrió el mar, sus tradiciones, aprendió a apreciar ritmos, mariscos, etc. Tuvo inspiración para sus poemas. 
Se sintió una limoneña más. El año rural estaba por terminar y su corazón ya se sentía destrozado.
Regresando en bote, de las entrañas de alguna comunidad, junto a la manabita Liced Aldas, la quiteña Katherine Barreto y la guayaquileña Evelyn Rugel, sus compañeras de rural, decidieron hacer una fiesta, entre niños con hambre de saber.
Los pequeños jugaron y participaron por premios como lápices, cuadernos, crayones y calcomanías para pintar. 
La idea de regalar conocimiento nace cuando empezaron los conflictos en la frontera.
La idea. Luego de “la fiesta académica” y con la ayuda que recibían desde Manabí, Quito y Guayaquil, crearon cuatro bibliotecas, y según Romero, buscan crear tres más.
Liced Aldas, quien trabaja como psicóloga clínica en Eloy Alfaro, explicó que tienen planificado crear una ludoteca en el hospital tipo B de Limones.
 “La educación es la única solución frente a cada problema”, agregó Romero, quien además es escritora.
En los últimos lugares que visitó, sintió recelo por todo lo ocurrido, pero sabía que los niños necesitaban aprender más. 
Según datos recogidos por el Ejército ecuatoriano a través de medios de comunicación, en Mataje, el 48% de los mayores de 12 años no sabe leer ni escribir.
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