Las tropas del Ejército colombiano dijeron que el depósito de armas y explosivos improvisados pertenecían al frente Oliver Sinisterra, liderado por Walter Arizala, alias “Guacho”

Los uniformados concluyeron que los disidentes de las FARC pretendían atacar a los integrantes de la Fuerza Pública con las trampas mortales.

La Fuerza de Tarea Conjunta Hércules ubicó 686 explosivos, un medio de lanzamiento de dos metros en su estructura, 106 canecas de cinco galones y 530 galones de peróxido de hidrógeno.

La segunda caleta, construida de cemento, se encontró en el sector de Mataje. En el lugar fueron hallados 14 fusiles, unos 48 mil cartuchos de munición de diferentes calibres, 5 cartuchos antiblindaje para fusil de alta precisión, 194 granadas, 381 proveedores para fusil, 218 municiones de fabricación improvisada.