Actualizado hace: 931 días 6 horas 56 minutos
Jaime Enrique Vélez
Camineros

Viernes 27 Julio 2018 | 05:00

 Toda travesía se inicia con un primer paso, desde que nacemos tenemos en esta vida un recorrido que realizar; algunos, lamentablemente, no han podido ni siquiera dar ese paso inicial, muchos se han quedado en el trayecto sin concluir su camino. 

La vida es un sendero que hay que saberlo trazar, nuestra existencia es un derrotero de anhelos y ambiciones que soñamos empeñosamente alcanzar. 
En mi lindo Portoviejo es bastante habitual ver a los niños y adultos caminar, esta es una costumbre vieja que no se pierde y lo afirmo que fácilmente no se perderá. 
El caminante aprovecha todas las oportunidades y espacios para marchar, de tal forma que parques, calles, canchas deportivas, avenidas, áreas verdes, playas y hasta nuestra propia casa son lugares propicios para circular. 
Y es que para caminar no se necesita tener dinero, se debe contar con el imperativo deseo de hacerlo; sólo un par de zapatos cómodos y la vestimenta apropiada bastan para una buena caminata. 
El caminar te hace sentir la alegría de vivir a plenitud, si lo realizas por las mañanas observarás la belleza que te brindan la celeste aurora y el alba matinal, y disfrutarás de un lindo amanecer. 
El recorrido lo puedes hacer en solitario, con tu mejor compañero, también con el cómplice sentimental; nada mejor que compartir una buena caminata con la familia. 
Cuando dos antiguos amigos convergen el mismo camino, esa senda se torna afable y entusiasta.  
No olvidemos que la vida es una coyuntura para caminar hacia la expresión y buscar la propia perfección. 
Nuestras fuerzas naturales internas son las que verdaderamente alivian y curan todas esas enfermedades que llevamos en el cuerpo.
La salud es el mejor de los tesoros que poseemos, es el mayor capital de todos nuestros activos; por eso debemos cuidarla y mantenerla siempre. 
De qué sirve tener dinero y vivir postrado enfermo en una cama, la fortaleza es fuente de la vida, no debemos abusar.
Caminando vamos ejercitando el cuerpo y arrobando el espíritu, elevando una oración al Supremo Creador, con pasos ligeros o lentos el viandante busca eliminar sus toxinas corporales mediante una respiración profunda y fluida para tratar de disminuir el estrés y las tensiones del diario trajinar, respirar bien es vivir bien. 
Y en su avanzar va formando matices que se conjugan como acuarelas con el entorno natural, con olor a hierba y con el sinuoso río que con sus aguas tranquilas se hace presente en este ambiente real.
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