Están a la espera de la llegada de accesorios que mandaron a construir para iniciar con el socavamiento. La tubería debe quedar a una profundidad mayor a 1,2 metros.

Esta novedad ha sido una de las “sorpresas” que han encontrado los obreros desde el inicio de la regeneración urbana de la avenida 29 de Mayo, el 18 de enero.

La empresa Aflocon está a cargo de instalar los sistemas de alcantarillado sanitario y pluvial, redes terciarias, redes de agua potable, bordillos, veredas con adoquines de colores, carpeta de asfalto de cuatro pulgadas de grosor y la señalización horizontal y vertical de la arteria.

 

Hicieron pruebas. Los problemas empezaron en la calle Loja. Los trabajadores encontraron un alcantarillado “que no funcionaba bien”.

Sánchez dijo que había tuberías para agua que no tenían uso, pero que contenían líquido potable.

La entidad ha tenido que hacer pruebas geofónicas para encontrar fugas y tubos con agua a lo largo de la avenida.

La última sorpresa fue ayer en la avenida 29 de Mayo y calle Cocaniguas: encontraron un tubo de cemento que presuntamente servía hace décadas para evacuar las aguas servidas del edificio donde funciona BanEcuador y descargaba en el río Pupusá.

Según Sánchez, estas “sorpresas” complican el cumplimiento del cronograma del consorcio Aflocon.

Los dueños de los negocios que se ubican a lo largo del tramo de la avenida 29 de Mayo, entre las avenidas Tsáchila y Río Toachi, señalan que las ventas han decaído.

Este tramo está cerrado luego de que concluyeran las fiestas julianas. La vía estaría habilitada a fines de agosto, informó el municipio.