El Gobierno ecuatoriano salió hoy al paso de las críticas vertidas por los familiares del equipo periodístico secuestrado y asesinado en la frontera con Colombia, que calificaron de "burla" la información desclasificada recibida por el Ejecutivo.

En un comunicado la Secretaría Nacional de Comunicación informó que el presidente, Lenín Moreno, "dispuso que no se escatimarán esfuerzos, ni permitirá que ninguna institución o instancia pública oculte información respecto al asesinato del equipo periodístico".

El secretario nacional de Comunicación, Andrés Michelena, enfatizó en el comunicado que "estos hechos no han sido responsabilidad del Gobierno ecuatoriano, sino de fuerzas que estamos combatiendo, en referencia a la narcodelincuencia".

En una comparecencia, familiares del equipo condenaron el miércoles la información desclasificada sobre el caso y que recibieron por parte del Gobierno.

Aunque ya tenían en su poder la información clasificada que les fue entregada por el Ejecutivo, los familiares aseguran que no conocieron su contenido hasta ayer, con motivo de la llegada al país de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que entregaron el material.

Ricardo Rivas, hermano de Paúl, el fotógrafo que integraba el equipo periodístico, declaró que entre los papeles desclasificados, no existen documentos de operaciones, tampoco informes sobre los comités de crisis, "nada" que, según él, les sirva como nueva información.

"Creo que todo el país debería sentirse burlado al ser un acto desde el más alto nivel para no evidenciar absolutamente nada, lo cual crea más dudas que certezas", añadió.

Cristian Segarra, hijo de Efraín Segarra, el conductor de la camioneta en la que se movilizaba el equipo de prensa el pasado 26 de marzo en la zona de Mataje (provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia), dijo que la información desclasificada, en realidad son documentos públicos.

"Es una falta de respeto y sensibilidad frente a este caso", subrayó Segarra visiblemente molesto.