Las visitas que el presidente Lenín Moreno está realizando a Inglaterra y a España, deben ser aprovechadas al máximo para estrechar los lazos de amistad, cooperación social, cultural, técnica y científica, reducidos en los últimos años.
Igualmente, son importantes las delegaciones desplegadas a diversos países, destinadas a lograr conexiones y compromisos comerciales que implementen nuevas relaciones financieras, con miras a la reanudación, implementación y recuperación de aquellos contactos y mercados comerciales que la rehabilitación económica del país requieren a gritos.
Por ejemplo, una de las expectativas actuales es el ingreso a la Alianza del Pacífico, en la que, según expertos, Ecuador debió estar formando parte desde hace rato, integrándola con sus hermanos suramericanos Chile, Perú y Colombia, más México.
Nuestro gobierno ha expresado sus deseos de convertirse en un estado asociado, lo que ha sido recibido con beneplácito por los países citados, debiendo para eso aplicar y aceptar condiciones que requerirán modificaciones al régimen comercial.
Y aquí surgen observaciones, puesto que, por ejemplo, la competencia se verá incrementada, exigiendo una mayor capacidad de poder a la producción nacional, que obligará a quedarse en el camino a quienes menor capacidad de mercadeo tengan.
Sin embargo, se apuesta al libre comercio como paso al crecimiento económico y a la lucha en equipo, que permita, de manera unida, enfrentar la corriente de proteccionismo que imponen gigantes como Estados Unidos.