En sus recorridos por las carreteras del país y la provincia de Los Ríos constató que no había bebidas medicinales para aliviar las dolencias que suelen afectar a quienes pasan varias horas detrás de un volante.

Fue así que hace dos años nació su emprendimiento  con la venta de agua de boldo, linaza y chía, productos con propiedades curativas. 

“Desinflama  riñones, próstata y purifica la sangre”, comentó Ricardo, quien se muestra optimista porque diariamente vende hasta 150 botellas de la bebida.  

Diez horas. Junto a los puentes gemelos coloca una carpa para protegerse de los rayos del sol y para promocionar su producto.En ese lugar permanece desde las 08h30 hasta las 18h00. 

Todo el tiempo pasa atento al llamado de los conductores que lo alertan con el pito o con el juego de luces para que tenga su producto a la mano.  

La botella con el agua boldo, linaza y chía (mezclada) cuesta un dólar, mientras que el envase con agua de boldo se la consigue en 50 centavos de dólar.

El comerciante comentó que tiene un local en el centro de la ciudad donde prepara la bebida bajo las condiciones higiénicas necesarias.

Otra persona que se dedica a la misma actividad en otro tramo del paso lateral es Shirley Murillo. Ella  vende aguas de sábila, boldo y moringa. Sus principales clientes con los conductores de vehículos que pasan por la ciudad. 

En la zona también se observa la presencia de ciudadanos venezolanos que trabajan vendiendo el mismo producto en el cantón Babahoyo.

En cuanto a los poderes curativos  de estas plantas, de la sábila se dice que es buena contra la caída del cabello y para las dolencias del hígado, entre otras propiedades. En otras partes se la conoce como áloe vera. Mientras que la chía contiene el doble de potasio que el plátano y dos veces más la cantidad de proteínas que cualquier verdura.