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Vinces
Patrimonio en el olvido

El silencio y la soledad hacen rutina en la biblioteca Juan Montalvo. Está vacía.

Lunes 23 Julio 2018 | 11:00

Hoy, las sillas permanecen desocupadas ajustadas a las mesas que años atrás se retrataban colmadas de libros y de lectores.

Varias vasijas de barro con sus barrigas llenas de huesos rotos decoran la sombría escena al interior de este Patrimonio Cultural.
Sonia Miño y Kenya Piedrahita, bibliotecarias por más de dos décadas, se dedican a la lectura o a la limpieza de los textos durante el día. Ambas dan testimonio de esta paulatina extinción de lectores.
En esta biblioteca creada por decreto municipal el 17 de mayo de 1894, descansan libros escritos en los años 1700 y 1800. Hubo otras obras de mayor vejez, pero fueron devoradas por larvas debido al abandono en que permanecieron por varias décadas.
Sonia recuerda con nostalgia los años idos; eran más de 50 personas las que a diario acudían a consultar libros. Hoy, el número de visitas se ha reducido a diez.
El desinterés por la lectura es creciente en los tiempos que la tecnología manda. “Hace diez o veinte años permanecía llena. Las personas llegaban por trabajos educativos, por afición a la lectura o para la investigación de textos antiguos. La tecnología, quizás, ha vaciado a las bibliotecas. Los jóvenes buscan en Google lo que antes en los libros”, comentó Miño.
En la biblioteca hay infinidad de textos añejos escritos en francés, latín, inglés y
castellano. Muchas de las obras, muchas de las cuales aún no han sido restauradas, fueron donadas por empresarios cacaoteros que a finales e inicios de los siglos XIX y XX viajaban a Francia durante el auge de la “pepa de oro”.
Obras. Allí reposan obras como “Olmedo”, escrita por Víctor Manuel Rendón en el año 1929. Fue impresa en francés. Es una de las reliquias de este centro patrimonial. 
La Promta Biblioteca, editado en latín en 1745, es otro de los libros que llama la atención por su conservación y literatura.
Hay registros oficiales, informes de ministerios de Gobierno, Congreso, Alcaldías, Policía y Junta de Beneficencia de Guayaquil que datan desde los años 1850 hasta 1920.
La biblioteca es un recurso patrimonial e histórico del Ecuador. Aquí descansan obras literarias clásicas de autores ecuatorianos como Juan Montalvo, José Joaquín de Olmedo, Víctor Manuel Rendón, José de la Cuadra, Medardo Ángel Silva y Gallegos Lara.
“Queremos retomar proyectos de lectura dirigido a los niños. El hecho no está en visitar a la biblioteca para la lectura, sino para conocer y empoderarse de un recurso patrimonial nuestro. Las nuevas generaciones deben conocer nuestros valores identitarios e históricos”, comentó Kenya Piedrahita, bibliotecaria.
“Queremos retomar proyectos de lectura dirigido a los niños”, agregó.
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