Alba Mendoza ayer llegó a visitar a su familia y aprovechó para recorrer el mercado, al que llamó un “mini mall” por el patio de comidas y los locales que funcionan en la planta alta.

Margarita Rengifo también llegó a comprar y destacó la limpieza que existe en el lugar, al igual que los frigoríficos donde se exhiben las carnes.

Los comerciantes también están optimistas por la comodidad en la que ahora trabajan. Gabriela García laboraba en las aceras expendiendo pollo y ahora ocupa uno de los módulos del mercado, por lo que, dijo, ya no tendrá que soportar el sol.

Varios comerciantes consultados aseguraron que ayer las ventas fueron aceptables.

Jorge Giler, administrador del mercado, dijo que existen 265 puntos de venta distribuidos en diferentes áreas, al igual que negocios ancla como una cadena de farmacias, ropas y entidades públicas. También existe una zona lúdica para los niños.

Giler indicó que el centro de abastos funcionará los siete días de la semana. “Por eso tenemos los negocios ancla que están en la zona superior que le van a dar vida al mercado”, refirió.

El costo para el mantenimiento mensual bordea los  18 mil dólares. Más del 60% lo cubren los negocios ancla, pues la recaudación será superior, señaló.