Las huellas de la barbarie y la muerte permanecen en la fachada de la capilla de la iglesia, lugar en el que se refugiaron, huyendo del tiroteo, estudiantes, médicos y periodistas, quienes estuvieron retenidos varias horas.
Como si de un museo se tratara, los fieles, tras asistir a la primera misa celebrada después de la fatídica noche del viernes pasado, hacen fotos para el recuerdo, un recuerdo doloroso que “no se olvidará jamás”, tal y como dijo Clara Reyes, una feligresa habitual del templo.
“Esos huecos nos recuerdan que nos están matando y eso no se olvidará jamás, pero las balas nunca podrán con la palabra de Dios y tampoco los ataques del presidente (Daniel Ortega) contra la Iglesia. Él no es el dueño del país, solo es un presidente que puede dejar de serlo en cualquier momento. Nosotros tenemos la palabra”, manifestó Reyes.
La feligresa, que mantiene en su memoria “como si fuera ayer” la vivencia de la trágica noche, que siguió por los medios de comunicación y redes sociales, está convencida de que “si la justicia terrenal no lo juzga, lo hará la divina, y de esa no se podrá escapar ni él ni la Chayo (Rosario Murillo, vicepresidenta del país y esposa de Ortega)”.
En la misma línea, Carlos Cabazo, otro devoto nicaragüense, aseguró que “todavía duele el corazón al pensar en ese día”, en referencia el suceso ocurrido la madrugada del viernes al sábado en la iglesia.
Es por esto que la iglesia católica de Nicaragua inició una jornada de ayuno y de rezo de la oración de exorcismo a San Miguel Arcángel, en “desagravio por las profanaciones” en estos tres últimos meses “contra Dios” con la violencia desatada en el país, que se ha cobrado entre 277 y 351 vidas y más de 2 mil heridos en el país.
Solidaridad. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) condenó “los ataques de odio y la campaña de odio y difamación” del Gobierno de Nicaragua contra la Iglesia Católica, expresados por el presidente Daniel Ortega.
Ortega acusó el pasado jueves de “golpistas” a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y de ser cómplices, junto con fuerzas internas y fuerzas externas, de intentar derrocarlo del poder, afirmación que rechaza y condena el Cenidh.
Según la organización de defensa de los derechos humanos, el “discurso agresivo” del mandatario nicaragüense “es parte de la campaña de “odio y mentiras que preceden sus acciones”.
Además de la Cenidh, ciudadanos de varios países se solidarizan con el pueblo nicaragüense. La Federación estudiantil costarricense demanda al Gobierno nicaragüense “el cese de toda violencia física y psicológica que han conllevado al ultraje de la integridad de las personas, desapariciones y numerosos asesinatos”.
Además el grupo costarricense Gaviota y los cantantes nicaragüenses Perrozompopo y Nieves Martínez, darán un concierto en Costa Rica este miércoles para recaudar fondos que ayuden a las víctimas del violento conflicto sociopolítico.
Por otra parte, el Gobierno de España condenó los “graves sucesos violentos” y pidió que “se investiguen toda las muertes ocurridas desde el 18 de abril”.
Sin embargo, mientras que en otros países se realizan actividades en sinónimo de apoyo, en Nicaragua la Arquidiócesis de Managua informó sobre la suspensión de la “roza del camino”, una celebración religiosa previa a las fiestas populares más grandes del país, que tienen sus días cumbres el 1 y el 10 de agosto en honor a Santo Domingo de Guzmán.
Suspenden ayuda. El Reino de los Países Bajos informará de la suspensión, por dos meses, de una cooperación por unos 21,5 millones de dólares a Nicaragua debido “a las graves violaciones de derechos humanos”.
Esta decisión también se tomó debido a las quejas sobre la obstrucción y la grave demora en el acceso a la atención médica para los manifestantes en Nicaragua, continuó el Reino de los Países Bajos en el documento publicado en su página web.
La fuente afirmó que al comunicar esa decisión a las autoridades nicaragüenses, les hicieron un llamado a la plena implementación de las 15 recomendaciones formuladas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), incluida la investigación de las denuncias de obstrucción a la asistencia médica, el cese inmediato de la violencia y el desmantelamiento de los grupos paramilitares.
Acusaciones. La vicepresidenta y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo que los opositores se mataron entre sí, en el marco de las protestas antigubernamentales .
“Entre ellos mismos se quitaron la vida para culpar el Gobierno”, declaró en un mensaje a través de medios oficiales, en el que exaltó “el trabajo por la paz de la Policía Nacional”.
La dignataria indicó que después de tres meses de iniciada la crisis, “la culpa sobre esos muertos recae sobre el golpismo terrorista y criminal en Nicaragua”.
Aseguró que los detractores del Gobierno, “por sus pleitos de ambición y también propios de esa cultura de drogadicción con la que pretendieron aterrorizar nuestro país”, se mataron entre sí.
Sin embargo, la CIDH señaló al Estado como el “único responsable” de la violencia en Nicaragua, porque ha usado a sus fuerzas de seguridad para “reprimir, matar, provocar lesiones y detenciones arbitrarias”, según su secretario ejecutivo, Paulo Abrão.
A pesar de las manifestaciones, el presidente Daniel Ortega mantiene un control absoluto sobre todos los poderes del Estado, incluido el judicial, según diferentes sectores.
Mientras tanto las muertes continúan en el país.