Entre las mujeres podemos destacar a Inés Arrimadas, tiene 36 y actualmente es la presidenta del grupo parlamentario de su partido en la asamblea catalana; e Irene Montero, 29 años y diputada por Madrid en el Congreso de los Diputados
La tendencia de buscar nuevos rostros se debe a que el ciudadano desea rechazar la política vieja con sangre nueva, mejores rumbos, un mejor horizonte y sobre todo, hombres y mujeres con ideas coherentes, concretas y viables.
Si bien es cierto que lo importante son las propuestas, no lo es menos que una imagen también lo es; y actualmente llama poderosamente la atención en el Ecuador el despegue de jóvenes políticos que buscan refrescar distintos cargos, que por mucho tiempo han sido ocupados por mismos rostros o partidos.
Ojalá en las próximas elecciones los votantes analicemos nuestro voto y demos la confianza a personas correctas, honorables, que se comprometan con el servicio público y respondan a las expectativas de una mejor calidad de vida y una clase política honesta, responsable, seria, desinteresada.
A mi criterio, necesitamos rostros nuevos, jóvenes profesionales que inyecten ideas nuevas, que sean sustentables con el pasar de los años; que potencien lo social, lo cultural, el turismo y la economía en sus ciudades. Y, sobre todo, que vean y practiquen la política como lo que es: “el arte de servir a la comunidad” y no de “servirse a sí mismo”.