La presidenta de esa organización, Antonia Luque, dijo que no hay reactivos en todo el país y esto pone en riesgo a los pacientes que requieren transfusiones o atenciones especiales en caso de sufrir hemorragias o cualquier complicación de salud.
Explicó que en lo que va de año han muerto ocho personas con hemofilia en Venezuela “por no contar con los factores de coagulación ni medicamentos requeridos”, una cifra inferior a las 22 registradas en el 2016 y a las 13 del año pasado.
Este decrecimiento, mencionó, se debe en parte al apoyo técnico que están recibiendo de la Federación Mundial de Hemofilia, y que fue autorizado por el Ministerio de la Salud en Venezuela para atender estos casos en el país suramericano.
“Esta es una crisis humanitaria compleja, que tiene muchas aristas. Los pacientes están peor porque continúan sin medicamentos, y tampoco se cuenta con el personal adecuado para atenderlos”, expresó al tiempo de solicitar al presidente Nicolás Maduro la
apertura de un canal humanitario.