Los monarcas comprobaron el fervor que ha provocado en Francia su logro en el Mundial, al ser aplaudidos por miles de personas en los Campos Elíseos.

Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y compañía recibieron el baño de gloria en el mismo escenario que lo hizo la tropa de Zinedine Zidane y Marcel Desailly, hace 2 décadas.

Los jugadores y cuerpo técnico realizaron un paseo en un autobús descapotable hasta el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa. Lo hicieron alejados de los hinchas, debido a que fueron separados por un despliegue policial. 

Las bengalas rojas, azules y blancas tiñeron de colorido el recorrido, igual que la patrulla de Francia, la formación de aviones de acrobacia del Ejército galo que dibujaron en los cielos la bandera del país. 

El desfile fue más rápido de lo previsto, lo que dejó con las ganas de más a la gente, que tuvo que conformarse con una imagen lejana de los jugadores.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte les habían preparado una recepción oficial a los campeones con más de 3.000 invitados.

Paul Pogba se enfundó el traje de “showman”, hizo cantar a sus compañeros y animó la jornada hasta que los jugadores se retiraron a los salones privados con el presidente y su esposa.

 

DETENIDOS: Un total de 292 personas fueron detenidas en varias ciudades de Francia por incidentes durante los festejos del triunfo en el Mundial de Fútbol, informó ayer el Ministerio del Interior.