Ayer, cuando ya había pasado más de una semana del ultimátum del Miduvi, Johana aseguró que todas las cosas siguen en su sitio porque, a pesar de que han pasado varios días, no tiene a dónde ir.

Ella se aferra a la idea de que la casa que arrienda en el reasentamiento El Guabito, bloque 2, manzana 6, se la asignen por tratarse de una persona damnificada por el terremoto.

El departamento lo ocupa desde hace 10 meses, pero no lo paga desde hace 4 porque del Miduvi le dijeron que la persona que les arrendó estaba estafando al Estado. 

“Del Miduvi nos dijeron que nos iban a ayudar”, manifestó Márquez.

Para tranquilidad de Márquez, Marcos Paredes, director de la Oficina Técnica del Miduvi, declaró ayer que su caso estaba siendo revisado y no había una nueva orden de desalojo ni un plazo para que se cumpla.

Paredes indicó que equipos de gestores sociales (100 personas) se encuentran haciendo un “barrido” -levantando información- no solo del caso de Márquez, sino de otros casos en la provincia, como en Pedernales.