De ese rubro, casi la cuarta parte fue para Manta ($450,5 millones).  

Aunque el uso de esos recursos ha generado debate, porque se distribuyó el 43% para cinco obras, solo en Manta: dos de ellas en ejecución, dos planificadas y una terminada. 

Una que en la actualidad se ejecuta es la vía El Imperio- Colisa por $99,8 millones de dólares. 

También está planificado -solo en papeles- el hospital por $31,4 millones. 

La terminal aérea está pendiente ($29,9 millones). También se construyen redes de agua potable para las parroquias Tarqui y Los Esteros por $25,2 millones. 

De las cinco obras más costosas en Manta, como parte de la reconstrucción, solo una está finalizada: el centro comercial Nuevo Tarqui, por $8,2 millones. 

A Portoviejo se destinaron $417,4 millones, que representa el 21% del total de recursos para Manabí. 

La obra más costosa: la facilidad pesquera de Crucita ($48,4 millones). Esta no resultó afectada con el terremoto porque no existía.

El segundo rubro más alto es la rehabilitación de la carretera Portoviejo-San Plácido-Pichincha por 22,8 millones de dólares. Se pagó con bonos del Estado y con Ley de Solidaridad. Esta vía empezó a construirse desde el 2013 y se entregó en el 2017. Era un contrato que se ejecutaba antes del 16A. 

El Centro de Atención Ciudadana (CAC) de Portoviejo también costó $22 millones de dólares. En este edificio funcionan ahora las instituciones públicas que perdieron sus edificios por el terremoto.

Las obras en Portoviejo son necesarias, según Fressia Villacreses, presidenta de la Junta Cívica Anticorrupción y de Seguimiento a la Reconstrucción de Manabí, pero tiene reparos. “El dinero debió usarse, antes, en hospitales, reactivación económica, viviendas”. 

Es justamente el tema de priorización en inversiones lo que se cuestiona, algo que admite la Secretaría de Reconstrucción, al punto que recién comienzan a analizarse los nuevos proyectos, pues los fondos que ya quedan son mínimos. 

“En Portoviejo hay desempleo,  comerciantes sin lugar en donde trabajar”, lamenta Villacreses. 

 

>zona norte. Pedernales, epicentro del terremoto, ha recibido el 10% del total de las asignaciones para Manabí. Se han realizado obras como el agua potable para este cantón y su vecino, Jama, por $38,8 millones. El contrato está aún en ejecución. 

Cuando ocurrió el terremoto, en Pedernales los heridos fueron atendidos a la intemperie, en el estadio, porque no había hospital. Dos años después la situación es idéntica. 

La nueva casa de salud es todavía un plan, que cuesta  $22,7 millones. 

Otra de las obras costosas para este cantón es la facilidad pesquera de Cojimíes por $4,3 millones, actualmente en construcción. 

En Chone y Sucre se tiene planificada la construcción de los hospitales. Costarán, según el proyecto, $58,6 y $42,3 millones, respectivamente. Serían los únicos de la zona norte de Manabí. Sin embargo, han quedado para segundo plano. Han sido prioridad muelles, carreteras y parques.