Johanna Castro, esposa del detenido, fue quien recibió la carta ayer, momentos antes de que sea trasladado hasta una cárcel de Guayaquil, donde deberá estar 30 días en prisión preventiva.

Tiempo que pidió la fiscalía en la audiencia de formulación de cargos, ocurrida el viernes, para  investigar.

Castro al igual que su esposo Byron sostienen que es inocente y que él fue contratado para hacer un flete en su camioneta, que es a lo que se dedica para mantener a su familia. 

La primera llamada que le hicieron fue a las 20h00 del jueves para contratarlo. Luego hubo otra en horas de la madrugada del  viernes para decirle que lo estaban esperando. “Todas las llamadas están registradas en el teléfono, y allí se puede ver que quien lo llamó no es la única persona a la que mi esposo le hace fletes. Él tiene varios clientes. Además no es la primera vez que traslada cosas para este señor (el que lo llamó) y por eso Byron se confió. Él fue engañado, le dijeron que transportarían gasolina”, dijo Castro.

La familia se enteró de la detención a las 7h00 del viernes y pensaron que era por alguna infracción de tránsito, pero cuando supieron la razón todos se desconcertaron. Luego tomaron fuerzas y empezaron a buscar ayuda para que esto se esclarezca y se libere a Byron L. Sin embargo, ayer fue llevado a Guayaquil.  

En la carta el detenido pide a su familia que se mantenga unida y a sus amigos que no lo abandonen. La esposa manifestó que Byron L. está en un tratamiento médico, ya que sufre de fuertes dolores en la cabeza, en algún momento se pensó que se trataba de cáncer, pero aún eso no se ha confirmado. 

El fiscal César Suárez Pilay informó que si el procesado sufre alguna enfermedad catastrófica puede salir de la cárcel y permanecer con arresto domiciliario usando un dispositivo electrónico para su vigilancia. “Pero deben demostrar con informes médicos que padece la enfermedad catastrófica  de alta complejidad”, expresó el fiscal.

 

Los acusan. Los siete detenidos fueron encontrados con 234 bloques de marihuana el viernes en la madrugada al tratar de ingresar al muelle de Jaramijó. Además, dos de ellos  intentaron coimar a varios agentes policiales con 6 mil dólares. 

César Suárez, fiscal que lleva el caso, dijo que la droga iba a ser enviada vía marítima, aunque se desconoce  su destino, y que se seguirá investigando el hecho.