Durante las primeras horas de la mañana de ayer se terminó de arreglar la desvinculación de Tévez con el Shanghai Shenhua de China, y tiene el camino libre, tal como pretendía el presidente de Boca, Daniel Angelici, para darle comienzo a su tercera etapa en el “xeneize”.

Atrás quedaron las dudas del retiro y la tristeza por haber perdido el cariño de muchos hinchas boquenses tras su partida a China que tanto dolió en el final del 2016.

“El Apache” tuvo dos etapas en el club de sus amores bien distintas: una llena de sonrisas y otra demasiado gris dentro del campo de juego y también afuera, cuando quedó preso de sus palabras.

 

La frase. Ahí una vez dijo: “Es difícil que me vaya y que vuelva. El ídolo de Boca es ídolo en las malas y en las buenas. Yo no me puedo ir si Boca no juega la Libertadores, tomarme la atribución de irme, ganar 40 palos (millones) y volver cuando Boca ya está clasificado para la Libertadores. El hincha de Boca no es así. Sabemos que nosotros no somos así, somos diferentes a los demás”.

40 millones era lo que los chinos le pagarían a Tévez anualmente.

En ese momento “Carlitos” sabía que Boca no se había clasificado para jugar la Copa de 2017, pero armó las valijas y se fue a probar suerte a China. Ahora, en su tercera etapa en el Boca, Tévez tendrá la oportunidad de jugar Libertadores.

En China la experiencia duró poco y nada. 

Apenas cuatro goles y una inversión para el olvido le dejó Tévez al Shanghai Shenhua.