Actualizado hace: 930 días 22 horas 55 minutos
Santo Domingo
Rescatando tradiciones de las bodas

Una costumbre que se estaba perdiendo en la nacionalidad tsáchila es el ritual de la boda, que recupera su espacio en la sociedad.

Miércoles 03 Enero 2018 | 04:00

Javier Aguavil, gobernador de la etnia, y Jenny Aguavil se unieron en matrimonio en tres instancias: civil, eclesiástico y mediante una ceremonia cultural, típica de sus ancestros, que comprende una purificación que ayudará a mantener la relación de la pareja, argumentan.

“Hemos decidido casarnos de la manera que nuestros ancestros lo establecieron con el ánimo de que exista el compromiso, la responsabilidad y el respeto en el hogar”, expresó Aguavil. 
En la ceremonia, los padres de los novios cumplen el papel de consejeros y son quienes dan las pautas de cómo realizar los trabajos de cacería, pesca, construcción y de todas las labores  que hay que cumplir en el hogar,  informó diario La Hora.
La ceremonia.  El ritual de casamiento es ejecutado por quienes ejercen la medicina ancestral o alguna persona mayor que no haya tenido problemas en el interior de la comunidad y, sobre todo, que tenga un matrimonio estable.
Los novios se hacen presentes con el vestuario típico de la nacionalidad tsáchila: las faldas de ambos lucen los colores tradicionales mientras que la mujer ahora opta por llevar la prenda de la parte superior de tonalidad blanca y adornos en el cabello. 
Durante la ceremonia, el punto de mayor relevancia es el ritual shamánico, el cual tiene el objetivo de purificar las almas y cuerpos, así como también llamar a la felicidad de la pareja mediante el amor, la salud y el trabajo. 
Las ramas de plantas sagradas son restregadas en sus cuerpos; luego los novios se recuestan en unas mantas, las cuales se atan en un lazo para simbolizar su unión.
La tradición. Javier y Jenny Aguavil con su boda ancestral quisieron conservar la tradición para que no se pierda  en las futuras generaciones. Ambos, además, se casaron en el Registro Civil, como la Ley lo manda, y realizaron la ceremonia eclesiástica en la iglesia Patriarca Abraham, ubicada en el kilómetro 7 de la vía a Quevedo, comuna Otongo Mapalí.
La costumbre que tenían en el pasado se enfocaba en arreglar los matrimonios desde la infancia, y quienes llegaban  a  la  etapa de la pubertad o la adultez se desposaban en un ritual celebrado por el jefe máximo de una comuna. 
También se realizaba una  limpia espiritual y se otorgaban regalos especiales como atuendos tejidos para la novia y herramientas para el novio. 
Pero las cosas empezaron a cambiar hace tres décadas, puesto que pese a mantener el ritual de tradición, las parejas ya no son escogidas por los padres, incluso algunos miembros optaron por casarse con mestizos.
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