Su malformación le impedía alimentarse, por lo que los veterinarios recomendaron ponerla a ‘dormir’, es decir, matarla. Sin embargo, Courtney Bellew, salvadora de animales, conoció la historia y decidió hacerse cargo de Sasha. Así, la perrita fue trasladada a un centro veterinario de Nueva York, donde se determinó que también padecía hidrocefalia y problemas ortopédicos. “Tiene una voluntad y determinación asombrosas”, dijo Bellew y aseguró que Sasha mejorará.