y no petroleras) en el 2017 con un crecimiento del 22%.

Con cifras calculadas a octubre pasado, indica que las exportaciones no petroleras crecieron en un 8%, pero calculan cerrar el año con un crecimiento de alrededor del 7,5 %, lo que representa unos 400 millones de dólares más con relación al 2016.

La cifra es positiva, pues marca un retorno al crecimiento tras dos años seguidos de cifras negativas, con un decrecimiento de casi el 6 % en el 2015 y de algo más de 3 % en el 2016.

En el crecimiento de las exportaciones no petroleras hay dos comportamientos distintos entre los productos tradicionales, con una dinámica de alza importante en, por ejemplo, el camarón y banano, mientras que en las no tradicionales, el cacao presenta 

una caída en las ventas, explica.

Estabilidad. Los exportadores consideran que el próximo año habrá estabilidad en los precios, sin cambios abruptos, “salvo que suceda algo muy particular en alguno de ellos”, dice al señalar como “positivo” que la demanda internacional crece, aunque lentamente.

“Lo que preocupa sobremanera es la situación competitiva del país y la afectación que ha tenido el sector productivo y, en particular el sector exportador, lo que dificulta muchísimo el posicionarse en los mercados internacionales y competir” con ellos, indica.

Legarda sostiene que Ecuador es un país “muy caro para producir, con costos extremadamente altos comparativamente hablando y esto genera problemas, sobre todo a las exportaciones”, dice.

Considera indispensable el acompañamiento de políticas públicas al esfuerzo de los empresarios, que buscan recuperar competitividad. 

Para Legarda es “positivo” que Ecuador no sea excluido del Sistema General del Preferencias (SGP) con EE.UU., pero, aparte de que se mantiene la incertidumbre sobre su extensión en el tiempo, le preocupa que el país dependa de preferencias unilaterales, por lo que insiste en la necesidad de un acuerdo comercial con Washington, detalló en una entrevista.