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Editorial
Homero castro, doctorado honoris causa

El Ministerio de Agricultura en el 2005 emitió un acuerdo de reconocimiento a Don Homero Castro Zurita, distinguido técnico ecuatoriano, quien a través de muchos años de persistente investigación logró el clon de cacao denominado CCN51 en su hacienda Theobroma de Naranjal, provincia de Guayas. Este tungurahuense en 1966 mezcló los clones IMC 67 e ICS 95, con el híbrido formado realizó un segundo cruce con el material denominado “canelón” que trajo de nuestra región amazónica, para luego desarrollar y liberar el famoso cacao CCN51.

Viernes 29 Diciembre 2017 | 04:00

Bautizado así por provenir de su Colección Castro Naranjal  y los 51 intentos que hizo para lograrlo, según  el libro Origen y Aroma del Cacao ecuatoriano, o por provenir del árbol 51, de acuerdo a Alfredo Saltos (El Universo, 19/11/2017). 
El constante aumento de superficie con este cacao, aproximadamente el 44% del total nacional, demuestra la rápida aceptación de nuestros productores atraídos por sus bondades  resumidas en:  alta productividad, precocidad, resistencia a enfermedades tradicionales, facilidad  de reproducción y adaptación. 
Este último aspecto comprobado en  zonas tropicales  de otros países donde ha trascendido su fama, como Perú, Colombia, Brasil, República Dominicana, Centroamérica y África. 
Es un logro  difícilmente  alcanzado con otros cultivos  desarrollados en  centros de investigación públicos y privados del país.  
Homero Castro Zurita nació en Baños en 1922, sus padres fueron  Pedro y Sofía. Casó con Violeta Stracuzzi. Falleció  en un  lamentable accidente en 1988. 
Académicamente inicia en el normal agropecuario  Luis A. Martínez de Ambato, donde se gradúa en 1940. Ingresa becado al Instituto  Interamericano de Ciencias Agrícolas en Costa Rica,  graduándose  en 1952 como especialista en Cacao. 
Su vida profesional comienza en Naranjal en la propiedad de los Encalada Mora. Luego de muchos esfuerzos, en 1960, en su propia hacienda obtiene los primeros  híbridos. 
Una vez validadas las características deseadas por este fitomejorador, se dedica desde 1965 a la propagación del CCN51, que  constituye parte de la historia cacaotera,  mérito científico y orgullo nacional indiscutible.
Sin restar importancia a los derechos de propiedad intelectual y beneficios  económicos que correspondan a sus herederos, sería justo que alguna universidad del país  tome la iniciativa para otorgarle post mortem el título de  Doctor Honoris Causa (por causa de honor),  muy merecido  y reivindicatorio  por los  evidentes beneficios y prestigio que sigue brindando al  sector agrícola nacional. 
Este reconocimiento especial  se confiere a los méritos de personas destacadas que hayan contribuido a la comunidad. 
Hace poco nomás, un instituto mexicano lo otorgó al  compatriota  Baltazar Ushca,  de 76 años,  más conocido como el último hielero del Chimborazo.
*Investigador Categorizado Senescyt
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