Fue una protesta por la falta del pago de sus sueldos, dijo Wilmer Ostaiza Solórzano, secretario del Sindicato de Obreros del municipio, quien explicó que a la mayoría de los empleados les deben desde tres hasta seis meses.
Dijo que, según la versión del alcalde, el Seguro Social y la deuda de un fideicomiso le absorbió al municipio 130.000 dólares, dinero que iba destinado a pagar parte de los sueldos.
El dirigente aseguró que están pasando por una situación difícil, al punto que muchos de ellos no tienen cómo comprar una cena para fin de año, ya que las tiendas les han cerrado el crédito por las altas deudas que tienen.
El obrero Luis García dijo que hace más de tres meses que no cobra su sueldo.
Aseguró que debe hacer “malabares” para llevar el pan al hogar, porque los créditos en los comercios les han sido negados.
“No podemos hacer préstamos quirografarios ni retirar los fondos de reserva porque la municipalidad también tiene una deuda ante el IESS, lamentamos lo que está ocurriendo en el municipio”, destacó García.
Vicente Vélez, empleado, dijo que en Navidad no tuvo dinero ni para un pollo balanceado, tuvieron
que comer gelatina y galletas.
Gestión. Jady Bravo, director de Talento Humano del municipio, manifestó que el alcalde Eduardo Cedeño está haciendo gestiones en Quito para poder cancelar el sueldo.
Afirmó que los empleados pretenden hacer una marcha y un paro de brazos caídos, pero les indicó que no lo podían hacer en horas laborales. Les pidió que realicen un reclamo pacífico.